El Fiscal Regional de la Araucanía, Francisco Ljubetic, calificó la semana pasada como «guerrilla rural» los hechos de violencia que ocurren en la zona de conflicto con sectores mapuches.
El Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, dijo refiriéndose a esas declaraciones que «guerrilla rural no hay». Al respecto precisó que «creo que hay grupos que tienen una relativa organización, que tienen apoyo logístico y cometen delitos«.
Según informa el diario “El Mercurio”, en el Gobierno no fueron bien recibidas las expresiones del señor Ljubetic. Por su parte el Subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, respondió con ironía a los planteamientos del fiscal de la Araucanía.
Esperamos que, tanto el Fiscal Nacional cuanto el Subsecretario del Interior, estén bien informados.
Sin embargo, las noticias de los periódicos, que están al alcance de todos, parecen dar razón al Fiscal Regional. Veamos algunos titulares recientes:
13 de junio. “Encapuchados los interceptaron en un camino interior tras bloquear ruta con troncos”.
12 de junio: “Hechos violentos ya suman nueve en los últimos 12 días”.
08 de junio: “Encapuchados incendiaron tres camiones en la región de La Araucanía”.
06 de junio: “Encapuchados hostilizan a fiscal que investiga incendio furgón”.
30 de mayo: “Encapuchados queman casa y galpón de fundo tras encañonar a los cuidadores”.
Preguntamos: Una organización, que ha contado con la asesoría de grupos guerrilleros como la ETA y las FARC, que tiene apoyo logístico y que comete delitos de modo sistemático y a lo largo de varios años, ¿no puede llamarse una guerrilla?