Hablando en una reunión del Consejo de derechos humanos de la ONU, el 22 de marzo, sobre la “orientación sexual”, el arzobispo Silvano M. Tomasi, representante del Vaticano ante las Naciones Unidas, denunció una “tendencia preocupante” en materia de libertad de conciencia y de religión.
[columnlayout][columncontent width=»50″]“Las personas son atacadas por no admitir las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo,” dijo el Arzobispo Tomasi al Consejo en Ginebra.
“Cuando expresan sus creencias morales o creencias sobre la naturaleza humana, que también pueden ser expresiones de convicciones religiosas u opiniones sobre postulados científicos, son estigmatizados y, peor aún, son vilipendiados y procesados.
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“La verdad es que estos ataques son violaciones de los derechos humanos fundamentales y no pueden justificarse bajo ninguna circunstancia”, subrayó.
El arzobispo señaló que el término “orientación sexual” se refiere propiamente a “sentimientos y pensamientos, no a comportamientos”. Por lo tanto, mientras que un Estado no puede privar a una persona del disfrute de los derechos humanos basada sólo en los sentimientos y pensamientos de la persona, “los Estados pueden y deben, regular los comportamientos, incluyendo varios comportamientos sexuales”. Por ejemplo, “hay un consenso entre las sociedades que ciertos tipos de conductas sexuales deben ser prohibidas por la ley. La pedofilia y el incesto son dos ejemplos”.
“La sexualidad humana es un regalo que se expresa de modo genuino en la entrega mutua completa y permanente de un hombre y una mujer en el matrimonio”, concluyó.
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Fuente: Catholic News Agency