La Iglesia continúa siendo perseguida en los países musulmanes. Y esto de un modo creciente.
La prensa poco informa sobre este drama. Parece que los «derechos humanos» no cuentan para los católicos.
A pesar de que las palabras paz, amor, tolerancia, no discriminación, etc., son pronunciadas hasta la saciedad, la gran media y los órganos políticos internacionales cierran los ojos a esta persecución, que se acentúa cada vez más en el mundo islámico.
Así, el día 30 de abril pasado, una turba de musulmanes de Pakistán atacó una escuela dirigida por misioneros cristianos, destruyendo sus muebles y causando diversos daños materiales. Los manifestantes, que decían actuar contra una supuesta «profanación» de el Corán, era más de 500 y pretendían tomar venganza en una iglesia de la localidad de Lahore, en el centro del países, pero fueron impedidos por la policía local.