Las presiones del Primer Ministro británico, Cameron, para que los países africanos acepten la homosexualidad ha despertado una verdadera indignación.
A fines de octubre, los jefes de gobierno de la Commonwealth se reunieron en Perth, Australia. Fue entonces que el ministro inglés advirtió que la ayuda de su país estará condicionada a la aceptación de la homosexualidad.
El presidente de Gana, respondió que Gran Bretaña no tiene el derecho de querer dirigir los valores culturales y morales de su país. «El no tiene el derecho de indicar a otras naciones soberanas qué deben hacer, especialmente cuando sus normas sociales e ideales son diferentes de los que existen en la sociedad del señor Cameron».
«Agradecemos la asistencia financiera… pero no aceptaremos ninguna ayuda que perjudique nuestros intereses… o destruya la propia sociedad que queremos mejorar con ese dinero».
Por su parte, la portavoz del gobierno de Malawi, Patricia Kaliati, afirmó que era «desafortunado» que Gran Bretaña asociase presiones pro-homosexuales a su ayuda.
El asesor presidencial de Uganda, John Nagenda, hizo una fuerte declaración a la BBC, afirmando que los ugandeses no permitirán ser tratados «como niños», agregando que la «mentalidad de intimidación» (Bullying) del Primer Ministro inglés es «bastante equivocada».
«Uganda es, si usted lo recuerda, un Estado soberano y estamos cansados de recibir esas lecciones».
«Si necesita llevarse su dinero, hágalo», concluyó.
También Tanzania se agregó a la lista de países africanos que declararon que no comprometerán sus valores culturales y morales, aunque esto signifique la pérdida de la ayuda británica.
«Tanzania jamás aceptará la propuesta de Cameron porque nosotros tenemos nuestros propios valores morales. La homosexualidad no hace parte de nuestra cultura y nosotros jamás la legalizaremos», dijo el ministro de asuntos exteriores Bernard Membe.
¡Cómo sería deseable que nuestro País tuviese políticos con esta convicción!
Fuente: LifeSiteNews.