El diario La Segunda informó hoy, (6/03/2012), que el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, declaró que el Gobierno pondrá suma urgencia al Proyecto de no Discriminación, que viene siendo debatido en el Parlamento desde 2005, justamente porque no está claro qué es lo que los legisladores llaman “discriminación”.
La razón para tomar esa medida fue la agresión que sufrió un homosexual a manos de un supuesto grupo de neonazis.
En nuestro país existe un Código Penal y unos Tribunales de Justicia que establecen y aplican las sanciones para actos de esa índole, cuando la Policía haya determinado quiénes son los culpables. No se comprende por qué deba ser atropellado de este modo el proceso de discusión de ese proyecto de ley, que ha despertado las más legítimas resistencias en importantes sectores, dadas las gravísimas consecuencias a que han llevado leyes análogas en otros países.
Este mismo año, 47 diputados presentaron un Recurso de inconstitucionalidad (Enero de 2012) al Tribunal Constitucional, recurso éste que se encuentra pendiente.
Debido a leyes similares, uno de los Purpurados de rango más alto en el Vaticano, el Cardenal Raymond Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica, declaró recientemente que Estados Unidos está “a camino” de una persecución contra los católicos. Afirmó que podía prever un tiempo en el que la Iglesia Católica en los Estados Unidos, sea acusada “incluso por anunciar su propia enseñanza,” de “participar en actividades ilegales, por ejemplo, por su enseñanza sobre la sexualidad humana”.
En Inglaterra, Melanie Phillips, periodista británica inteligente y de prestigio, escribió un artículo muy elocuente en el «Daily Mail» de comienzos de este año : “es cierto que los homosexuales suelen ser víctimas de prejuicios, pero ahora podrían convertirse en unnuevo «macartismo». Los estudiantes británicos son bombardeados a diario con referencias explícitas a la homosexualidad en las clases de matemáticas, ciencias y geografía, gracias a una iniciativa patrocinada por el Gobierno, e introducida por la ´agenda homosexual´ en los programas escolares”.
Sería larga la enumeración de consecuencias a que han conducido leyes similares. Por ejemplo, el «Equality Act» inglés, ley anti-discriminación similar al proyecto chileno, ha obligado a entregar a cientos de niños en adopción a parejas homosexuales. Es así que la totalidad de las instituciones católicas de adopción han debido cerrar sus puertas, para no hacerse cómplices de esa grave violación del interés superior del niño.
Es preocupante la tendencia del actual Gobierno a actuar en forma impulsiva y precipitada ante los acontecimientos que ocurren en el País, frecuentemente sin cuidar del bien común, fin para el cual los gobiernos han sido instituidos.
Acción Familia ha venido alertando contra los abusos a que la ley de no-discriminación necesariamente dará origen. Si desea leer más artículos, visite este vínculo.