El presidente Barack Obama ha declarado por segundo año consecutivo el mes de junio como «Mes del orgullo lesbiano, gay, bisexual y transexual».
En la declaración firmada el 28 de mayo Obama se jacta que en su gobierno «que los empleados abiertamente LGBT (lesbiana, gay, bisexual y transexual) están sirviendo en todos los niveles».
La proclamación muestra la agenda política de Obama para promover la homosexualidad. En ella declara:
“Debemos dar a las parejas homosexuales los mismos derechos y responsabilidades concedidas a cualquier pareja casada»
“Debemos proteger los derechos de las familias LGBT asegurando (en las) leyes el derecho a la adopción, acabando con la discriminación en los empleos, y asegurando a los empleados federales que reciban iguales beneficios«.
«También estoy empeñado en terminar con el ‘no pregunte, no diga’ ([1]) que tal manera que los patriotas LGBT americanos puedan servir abiertamente en nuestras Fuerzas Armadas, y estoy trabajando con el Congreso y los jefes militares para alcanzar este objetivo«.
Así se cumple una vez más, en el caso del Presidente Obama, declarado liberal, lo que el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira afirma en su libro Revolución y Contra–Revolución de los llamados “liberales”:
Igualitarismo y liberalismo: la inversión de que hablamos, es decir, el derecho a pensar, sentir y hacer todo cuanto las pasiones desenfrenadas exigen, es la esencia del liberalismo. Esto se muestra bien en las formas más exacerbadas de la doctrina liberal. Analizándolas, se percibe que al liberalismo poco le importa la libertad para el bien. Sólo le interesa la libertad para el mal. Cuando está en el poder, fácilmente, y hasta alegremente, cohíbe la libertad del bien, en toda la medida de lo posible. Pero protege, favorece, prestigia, de muchas maneras, la libertad para el mal. En lo cual se muestra opuesto a la civilización católica, que da al bien todo el apoyo y toda la libertad, y cercena en lo posible al mal.[2]
Fuente: Washington, 31 de mayo de 2010 (LifeSiteNews.com) –
[1] Se trata de la actual norma que rige en las Fuerzas Armadas de no preguntar al soldado si es homosexual, ni tampoco que éste lo diga, para poder permanecer en la institución.
[2] Si desea bajar gratuitamente la versión PDF de este libro, puede hacerlo en http://www.accionfamilia.org/publicaciones/libros/revolucion-y-contra-revolucion/