Estamos frente al intento de legalizar, con una rapidez inexplicable, las uniones homosexuales en nuestro País.
Para nadie es un secreto que, en los países en que se legalizaron tales uniones, más tarde o más temprano, fueron impulsadas leyes para instaurar el “matrimonio” homosexual con los mismos derechos del matrimonio, incluso con adopción de niños. Es lo que ocurre en Francia, donde el presidente Hollande está intentando implantarlo en esas condiciones.
Para ver hacia dónde caminamos, en Chile fue presentado un proyecto de ley para bajar la edad de consentimiento para las relaciones homosexuales con menores de 18 a 14 años.[1]
Los católicos franceses están reaccionando vigorosamente.
En esta lucha moral y religiosa está en juego el futuro de nuestro País como nación católica, ya que lo que se pretende es transformar profundamente nuestra sociedad. Oponerse a este proyecto de ley es una grave cuestión de conciencia para los católicos.
Usted tiene un papel irremplazable en esta lucha en defensa de los principios cristianos: en defensa de su familia.
Si no enfrentamos esta situación, deberíamos preguntarnos: ¿Dónde está nuestro amor a Dios? Los mandamientos de la Ley de Dios serán violados por ley en nuestro País, ¿y nos mantendremos indiferentes?
Usted podrá tener la sensación de que es inútil oponerse a esta ley. Sin embargo, no existen situaciones irreversibles: la historia la hacemos los hombres, especialmente cuando recurrimos a la ayuda de la Providencia.
¿Qué puede hacer usted? Yo diría más bien ¿qué no puede hacer? Hablar, escribir, protestar. ¿Hablar o escribir a quiénes? A sus amigos, a sus conocidos, a sus representantes políticos, y sobre todo a las autoridades religiosas, incluso al sacerdote de su parroquia.
También puede utilizar las cartas de los lectores en los diarios; las redes sociales, etc. para manifestar su rechazo.
Sin duda, una colaboración importante es recomendar a sus amigos que se inscriban en la página de Acción Familia para mantenerse informados sobre esos asuntos y para apoyar iniciativas en defensa de la familia cristiana.
Respondiendo objeciones más frecuentes
Es importante que sepamos refutar los slogans que paralizan la reacción. Pongo a continuación dos ejemplos. Para ver la refutación de otros slogans
“¡El ‘matrimonio’ homosexual no amenaza al matrimonio tradicional. Ellos pueden coexistir, uno junto al otro!”
Se dice que el vicio no pide nada más que sentarse al lado de la virtud. Cuando se permite que el vicio coexista pacíficamente con la virtud, esta última se corrompe. La virtud solamente es integral cuando combate vigorosamente a su contrario.
La legalización del “matrimonio” homosexual y el ponerlo en pie de igualdad con el matrimonio tradicional, subvierten y destruyen a este último. Cuando la autoridad pública y la sociedad en general niegan la singularidad y la contribución irreemplazable del verdadero matrimonio al bien común, y cuando los individuos pueden encontrar incentivos legales y recompensas más fácilmente en estos simulacros, entonces el verdadero matrimonio está en vías de extinción.
Otro argumento que se escucha es: “¡El matrimonio homosexual es un asunto de derechos civiles. No tiene ninguna relación con la moral!”
La moral es el fundamento de la ley. Las leyes que no se fundan en la moral no tienen autoridad ni estabilidad.
Otra de las tácticas que emplea el lobby homosexual es presentar a los homosexuales como víctimas de la sociedad y a la Iglesia como culpable de esta situación. Esas “víctimas” ya han comenzado a convertirse en verdugos en varios países. Las leyes de no discriminación y la imposición de una educación sexual favorable a la homosexualidad, van mostrando que no estamos frente a personas que quieren que los dejen vivir, sino que pretenden imponer la aceptación de su modo de vida a toda la sociedad.
Si desea tener un conocimiento más profundo del tema, puede bajar nuestro libro gratuito: “En defensa de una Ley Superior”.
[1] http://www.cooperativa.cl/movilh-presenta-proyecto-para-igualar-edad-del-consentimiento-sexual/prontus_nots/2009-08-24/192047.html