«Continúen manifestándose, continúen mostrando que esta ley es injusta e inmoral. La Iglesia los apoyará en este combate por la justicia»
Son las palabras muy fuertes y estimulantes del Cardenal Burke, Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, que pronunció en entrevista a la revista Familia Cristiana:
De los 150 detenidos, el joven estudiante de 23 años es el primero que irá a prisión
«La ley que dio la Revelación nos enseña que el primer derecho de un ser humano es a la vida. Esta verdad que sustenta la inviolabilidad de la vida inocente, es aún más evidente cuando se recuerda que Cristo murió por todos los seres humanos sin excepción. (…) Por otra parte, el primer precepto de la ley natural es el de promover y proteger la vida humana. Inscrito en el corazón de todos, este precepto es compartido por todo el mundo, independientemente de su orientación espiritual (…)
“Los políticos que se dicen católicos, pero que apoyan el aborto pretendiendo que no quieren imponer sus creencias religiosas están equivocados porque, como ya he dicho, la revelación divina sólo confirma lo que la ley natural accesible a todos ya ha establecido. Y los que promueven abiertamente el aborto no deben tener acceso a la Sagrada Comunión (…)
El obispo de Bayona, Marc Aillet, ha respaldado públicamente a Nicolás B.: «Los cargos parecen surrealistas, y la pena desproporcionada en relación a los hechos. Se trata, manifiestamente, de una forma política de represión policial y judicial que marca un punto de inflexión en el tratamiento arbitrario contra quienes se oponen al matrimonio y a la adopción por parejas del mismo sexo».
“La familia tiene el papel principal [en el respeto a la vida], porque son los padres los que tienen que enseñar a sus hijos a respetar la vida humana y el respeto de sí mismos. En una segunda etapa, la educación religiosa debe preparar a los niños para tener esa visión. En esta óptica, la catequesis es muy importante. Durante años, la forma de enseñar catecismo a los niños ha sido tan pobre que hay una necesidad de un trabajo real en este punto. Espero el tiempo en que la catequesis fue empobrecida haya terminado. Recuerdo que cuando yo era Obispo de una diócesis, intenté tanto cuanto pude para solucionar estos problemas (…)
“La enseñanza de la Iglesia es muy clara. La unión sexual es legal en el contexto del matrimonio, es la expresión de un amor fiel y fecundo permanente, es decir, la procreación, entre un hombre y una mujer. Una nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicado en 2003 y firmada por el cardenal Ratzinger, entonces Prefecto de la Congregación, condenaba cualquier forma de legalización de las uniones homosexuales. La naturaleza nos enseña que el hombre y la mujer están hechos el uno para el otro. La alteridad es una condición necesaria para el matrimonio. Es necesario comprender que la Iglesia Católica no aprobará jamás las uniones homosexuales, que no pueden ser naturalmente procreativas (…)
“He seguido el combate de los franceses contra esta ley. Puedo decirles esto: continúen manifestándose, continúen mostrando que esta ley es injusta e inmoral. La Iglesia les apoyará en esta lucha por la justicia. Animo a los sacerdotes y Obispos a continuar en este camino y a manifestar su oposición en las calles si es necesario. Es importante predicar con el ejemplo. Yo mismo, he podido manifestar, especialmente durante Marcha por la Vida. En (la encíclica) Evangelium Vitae, el Papa Juan Pablo II se refiere a la desobediencia civil, es en este tipo de casos que tenemos que practicarla.
“Los padres también tienen un trabajo a realizar en contra de estas leyes insidiosas. Deben supervisar lo que sus hijos están haciendo. Lo peor hoy es, sin duda, la pornografía. Los padres deben tener cuidado sobre todo cuando los niños usan las computadoras y ver cosas cuyos efectos ellos no miden y que hacen mucho mal (…)
“Es importante que los padres traten de mantener a sus hijos lejos de todo eso y que les expliquen lo que está bien y lo que está mal. La escuela es también un lugar en el que es necesario inmiscuirse. Es necesario especialmente que la enseñanza católica sea mucho más católica que lo es en la actualidad”.
Fuente : Le Salon Beige
