El borrador de documento final da su apoyo explícito a la agencia de la ONU, UNWOMEN que genera políticas de anticoncepción y aborto para todo el mundo
El 13 de junio, se llevó a cabo uno de los “selectos eventos colaterales” de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible que se desarrolla en Río de Janeiro, llamada Río+20, en conmemoración de la Cumbre de Río de 1992 (ECO’92). Los días centrales, que congregarán a los jefes de estado o sus representantes serán el 20, 21 y 22 de junio. El día 13, comenzaron los llamados “eventos colaterales”. Las reuniones previas han sido incontables.
A la vez, se desarrollará la Cumbre de los Pueblos (Cupula dos Povos), que congregará a los grupos de la sociedad civil: ONG’s, pueblos originarios: grupos indigenistas de marcada ideología marxista y neomarxista, algunos relacionados con la teología de la liberación, que constituyen uno de los caballos de batalla de la reingeniería social anticristiana. En definitiva, con motivo de las reuniones oficiales como de la Cupula dos Povos, se reunirán en Río de Janeiro cerca de 3000 personas.
El así llamado selecto evento, al que nos referimos en el primer párrafo, fue organizado por el Fondo para la Población de las Naciones Unidas (FNUAP), la Royal Society del Reino Unido y el African Institute for Development Policy, sobre Población y Planeta: consumo y medio ambiente.
Aborto para conservar el medio ambiente
Como no podía ser de otra manera, Michael Herrmann, del Fondo para la Población de la ONU, afirmó que para llegar “al consumo y a la producción sostenibles”, se debía terminar con los aumentos demográficos insostenibles. Sólo así -dijo- se alcanzará la finalidad del desarrollo sostenible, que es el pleno bienestar humano garantizando la sostenibilidad del medio ambiente.
Eliya Zulu, del African Institute for Development Policy, hizo un llamado a imponer políticas anticonceptivas de “planificación familiar”, para frenar y revertir el cambio climático. “Debemos convencer a los líderes africanos que el incontrolado crecimiento demográfico tiene un impacto negativo directo sobre le medio ambiente”, dijo.
Paula Caballero, Ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, apostó a la universalización del control de natalidad, para “preservar el medio ambiente”, incluyéndolo plenamente en los objetivos para el desarrollo sustentable. Y fijó tres pautas para controlar “la alta fertilidad”: el “empoderamiento de las mujeres”, la provisión de anticonceptivos y la educación general, no sólo la llamada “educación sexual”. Es decir convertir todo el sistema educativo en un instrumento de propaganda anticonceptiva.
Suzana Cavenaghi, de la Latin America Population Association, hizo hincapié en extender la planificación familiar a los más pobres, ya que son los que más se reproducen. Es decir, esterilizar a los pobres, vieja aspiración de los ecologistas.
Algunas de las conclusiones fueron las esperadas: Prevención y control del SIDA, limitar las tendencias demográficas, planificación familiar universal y erradicación de la violencia de género, éstas últimas en el lenguaje internacional, son eufemismos de aborto y esterilización.
Fuente: Juan C. Sanahuja