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Respuesta del Ministerio de RR. EE.
El Mercurio, 4 de Mayo de 2002
POLÃTICA
Cancillería: Acuerdo con UE no obliga a Chile a legislar sobre el aborto
La inquietud sobre una virtual imposición de esta práctica en nuestro país la expresó el director de Acción Familia, Juan Antonio Montes.
«El acuerdo de asociación con la Unión Europea no obliga a Chile a legislar sobre el aborto ni otros temas valóricos». Ésta fue la tajante respuesta de la Cancillería y también de la representación de la Unión Europea en Santiago frente a las aprensiones sobre una posible imposición de estas prácticas en la legislación nacional.
La inquietud fue planteada por el director de Acción Familia, Juan Antonio Montes, en una carta a «El Mercurio», basado en la aprobación de¡ aborto por parte de¡ Parlamento Europeo y en la solicitud que éste hizo al Consejo de dar «atención a los regímenes de países terceros con los cuales establece acuerdos económicos y comerciales, en el sentido de que los mismos no intervengan en la vida de los ciudadanos, en particular de las mujeres».
Sin embargo, el asesor de la Cancillería y negociador del acuerdo, Gonzalo Arenas, sostuvo que el texto suscrito por Chile sólo se refiere a la «cláusula democrática» sobre el respeto a la democracia, al Estado de Derecho y a los derechos humanos, que son principios generales a respetar por todos los estados.
«Me llama la atención que esta cláusula ahora provoque inquietud, porque es el mismo artículo que ya firmó Chile en los acuerdos marco de 1990 y 1996. No hay nada nuevo. Sí es claro, que si en nuestro país hay un golpe de Estado o hay violaciones a los derechos humanos, la Unión Europea — como sanción- puede finiquitar unilateral mente el acuerdo. Pero, insisto, no hay ninguna obligación en temas valóricos como el aborto, eutanasia, divorcio o matrimonios entre homosexuales», puntualizó.
Explicó que las decisiones que toma el Parlamento Europeo rigen sólo para sus 15 miembros, pero no para los asociados.
«Que ellos aprueben una moción valórica «a, be o ce», a nosotros no nos obliga, porque jamás hemos aprobado ajustar nuestra legislación en ese tipo de áreas», dijo.
Es más, reveló que, «ahora que estamos negociando con la Organización Mundial de Comercio, si no tenemos consenso con los europeos en algún tema, vamos a mantener nuestra opinión y no estamos obligados a aceptar la de ellos».
«De abortos… pues nada»
La misma situación ha regido, dijo, para el Tribunal Penal Internacional, cuya aprobación fue rechazada en Chile, «y aunque la UE ha impulsado esa instancia, no nos obliga a ser parte del TPI».
En la misma dirección se pronunció el representante de la Unión Europea en Chile, embajador Anton Santos, quien sentenció que es «abusivo» suponer que el acuerdo abarca temas valóricos.
«Vamos a estar asociados sólo en lo que dice el texto y en ninguna parte -que yo sepa- hay referencias al aborto ni a ningún tema de esa naturaleza. Eso sería ir más allá de lo que permite el acuerdo», dijo el representante diplomático europeo, al advertir que todo fue analizado seriamente por las partes.
Sí reconoció que en materia de protección de la democracia, obvia- mente hay referencias en contra de¡ terrorismo, drogas e inmigraciones ¡legales, y también una caducidad del acuerdo ante eventuales interrupciones democráticas o violaciones a los derechos humanos. «Pero, de abortos… pues nada», concluyó el embajador Santos.