El Instituto de Derechos Humanos chileno creado por Ley 20405, acaba de escoger como Presidenta del Consejo de ese organismo público y autónomo a la conocida abortista Sra. Lorena Fries, según informa la prensa.
Acción Familia protesta por el profundo contrasentido que tal elección representa ya que, como es de público conocimiento, la Sra. Fries es una activa promotora del aborto en Chile.
En efecto, una institución constituida con el objetivo de velar por el respeto a los derechos de la persona humana, escoge como presidenta de su Consejo precisamente a quien niega el primero y más fundamental de estos derechos que es el de nacer.
Esta elección es aún más dañina para el derecho a la vida, pues la propia ley que creó el Instituto determina que éste deberá velar por los derechos humanos “reconocidos por la comunidad internacional”. Ahora como la mayoría de las naciones de la “comunidad internacional” considera legal el aborto, la Presidenta Fries podrá proponer reformas a la Constitución chilena para que ésta se adecue en esta materia a la legislación abortista.
A lo anterior se agrega que en conformidad con la ley que creó este organismo en diciembre del año 2009, el Consejo ahora presidido por una abortista, podrá: “Difundir el conocimiento de los derechos humanos, favorecer su enseñanza en todos los niveles del sistema educacional, incluyendo la formación impartida al interior de las Fuerzas Armadas, de Orden y de Seguridad Públicas, y promover la realización de investigaciones, estudios y publicaciones, otorgar premios, patrocinar actos y eventos relativos a estas materias”.
De acuerdo a ésta y a otras disposiciones de la ley, la Sra. Fries podrá promover una educación que inculque a los jóvenes chilenos que el aborto no constituye una violación del 5° Mandamiento de la Ley de Dios, “No Matarás”, lo que no podrá sino deformar gravemente sus conciencias y disponerlas para la aceptación de ese crimen.
En consecuencia, no se consigue entender cuál fue la razón para designarla miembro del Consejo del Instituto de Derechos Humanos, y menos aún para ser electa por la mayoría absoluta de los Consejeros como Presidenta del mismo.
Tal elección resulta tan absurda como sería nombrar para integrar ese Consejo a quien esté condenado por violación de los DDHH. Con el agravante de que el aborto es aún más injusto pues es la matanza indiscriminada de seres enteramente inocentes y completamente indefensos.