Más de tres mil médicos y estudiantes de medicina polacos firmaron en Cracovia una declaración en la que se comprometen a no practicar abortos o proporcionar recetas para anticonceptivos, informó la agencia «InfoCatólica»
El Juramento Hipocrático, pilar de la ética médica desde el siglo cuarto antes de Cristo, es enteramente claro acerca de la incompatibilidad entre el ejercicio de la medicina y el aborto.
Esto debería ser suficiente para evitar la masacre de inocentes y los atentados contra la concepción.
«Yo no daré la droga letal a nadie; si me es pedido, no aconsejaré tal procedimiento; y del mismo modo no daré a una mujer un pesario [diafragma] para causar un aborto»- dice el original griego del juramento.
Pero este juramento, tradicional entre los médicos en los países civilizados, fue pisoteado por las leyes «modernas» de Occidente, contrarias a la concepción y a la vida.
Pero en muchos países, las nuevas generaciones de médicos se niegan más que las generaciones anteriores, a eliminar seres humanos. Insisten en condenar el aborto y otros procedimientos para evitar la concepción.
Por esto, ministros, diputados y jefes de gobierno europeos establecen medidas para prevenir que los médicos actúen de acuerdo con las exigencias de la Medicina y obedezcan a su recta conciencia.
En respuesta a las presiones políticas e ideológicas inmorales, más de 3.000 médicos y estudiantes de medicina de Polonia recalcaron su compromiso con la verdadera ciencia médica que respete y promueva la vida humana.
En una declaración firmada en Cracovia, se comprometieron a no practicar abortos o inseminaciones artificiales (que también requieren la destrucción de embriones). También se negaron a dar recetas para anticonceptivos, de acuerdo con la doctrina católica.
Obviamente, los ambientes de la cultura de la muerte, incluyendo los partidos de izquierda, criticaron airadamente la declaración.
El presidente de la Comisión de Salud del Parlamento polaco, Tomasz Latos, recordó a estos críticos que los médicos signatarios de la declaración están amparados por el derecho a la objeción de conciencia.
Este derecho está siendo desconocido y despreciado cada vez más en los países de la Unión Europea (UE), de la que Polonia es parte, constriñendo y atropellando la conciencia de los médicos rectos.
Por lo tanto, también se prevé en Polonia una fuerte polémica entre los médicos serios y católicos y los enemigos de la vida y del catolicismo.