¿Qué actitud tenemos ante el sufrimiento?
17/10/2022 | Por Acción FamiliaSi se analiza bien la vida, se verá que casi toda o toda la belleza que ella contiene resulta de un dolor nítidamente previsto y noblemente soportado hasta el final.
Si se analiza bien la vida, se verá que casi toda o toda la belleza que ella contiene resulta de un dolor nítidamente previsto y noblemente soportado hasta el final.
El heroísmo no es solo correr el riesgo de perder la vida o el peligro de perder su integridad física. La verdadera noción de heroísmo es enfrentar un gran dolor o una gran desgracia. Esto caracteriza al héroe.
La ciencia ha demostrado la extraordinaria reactividad del feto humano al sonido, al gusto, al tacto y al dolor, a través de las ecografías, de los electroencefalogramas y de las endoscopias.
El mundo en el que vivimos, supone que la felicidad estaría en la obtención de ciertas cosas materiales. Se corre atrás de una serie de placeres, de conseguir cosas, haciendo no pocas veces de ellas un absoluto, una especie de ídolo al que todo se sacrifica.
Se engaña singularmente quien suponga que la acción de la Iglesia sobre los hombres es meramente individual, y que ella forma sólo personas, y no pueblos, ni culturas, ni civilizaciones.
Si todas las naciones deberían un día proclamarla bienaventurada, María debería sufrir antes con su Hijo, para la salvación del mundo. Madre de su Jesús, unió indisolublemente su persona a la vida, a los misterios, a los sufrimientos de Jesús para ser, en la obra de la Redención, su fiel cooperadora.
¿Por qué Dios permite que pasen por dificultades y derrotas quienes hacen todo para mantener la fidelidad a sus enseñanzas? ¿Por qué no les concede de inmediato la victoria?
Nunca podremos deplorar suficientemente este negro y miserable flagelo, que a finales del siglo XVIII, escondido bajo el nombre mentiroso de filosofía, había pervertido las mentes y corrompido la moral y que llenó Francia de asesinatos y ruinas.
Toda virtud, todo pensamiento que no acaba por convertirse en una pasión, jamás producirá algo grande. Sin una pasión legítima, nada se alcanza: la vida carece de objetivo; ¡se arrastra una vida inútil!
En el combate es necesario saber encomendarse a Aquel que tiene en sus manos la vida y la muerte