Pintando el alma humana sin deformaciones
18/03/2023 | Por Acción FamiliaPara retratar el alma humana en lo que tiene de más íntimo, vivo y sutil, el artista no necesita recurrir a deformaciones que degradan la propia naturaleza humana.
Para retratar el alma humana en lo que tiene de más íntimo, vivo y sutil, el artista no necesita recurrir a deformaciones que degradan la propia naturaleza humana.
La inocencia y el sentido común, que generalmente van juntos, descubren a los hombres de hoy verdades que las modas imperantes no les permiten ver. Es lo que nos relata la anécdota siguiente.
El camino sinodal alemán (Weg) está a favor de un gobierno de la Iglesia dirigido por laicos, la bendición de las uniones del mismo sexo en las iglesias y la intercomunión con los protestantes. Estas ideas ya han traspasado las fronteras y amenazan con condicionar el propio sínodo general sobre la sinodalidad.
El mandamiento bíblico «No matarás» 1 es el garante del principio según el cual la vida humana inocente es un bien sagrado. Tuvimos que llegar al siglo XXI para presenciar un aplastante y general desvanecimiento de un principio tan evidente.
Desde los años 60, las modas han tendido cada vez más hacia la vulgaridad. Es una vulgaridad que pisotea el buen gusto y el decoro, que refleja una mentalidad contraria a todo orden y disciplina así como a toda prohibición, ya sea moral, estética o social, y que en última instancia, sugiere una completa “liberación” de las normas de comportamiento.
A primera vista, el ambientalismo es básicamente científico. Por esto, surge la dificultad de comprender que exista una religión por detrás del ambientalismo más «genuino».
Si se observa el universo, no hay un ser que sea igual a otro. Los seres, aún los de la misma especie, son todos diferentes. Esta desigualdad entre los seres humanos debe ser justa y proporcional.
Los “moderados”, miran el día de hoy, y no quieren ver el día de mañana. A cada nueva osadía se estremecen un poco, y se adaptan enseguida, formando la convicción de las cosas no irán más lejos
La regla de esta sociedad tiene, de acuerdo con la ley natural, su fundamento en la unión indisoluble del hombre y la mujer, y su complementariedad en los deberes y derechos de los padres e hijos, de los señores y de los servidores mutuamente.
Las persecuciones hechas contra la Iglesia y los verdaderos católicos de nuestros días, son un prolongamiento histórico de las que sufrió Nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo explicar que el Hombre-Dios, que es el Camino, la Verdad y la Vida, haya sufrido persecución?