La Santa Faz: expresión de la perfección
31/03/2022 | Por Acción FamiliaLa Santa Faz de Nuestro Señor, estampada milagrosamente en el sudario que se encuentra en Turín, expresa Su gran sabiduría junto a una gran bondad
La Santa Faz de Nuestro Señor, estampada milagrosamente en el sudario que se encuentra en Turín, expresa Su gran sabiduría junto a una gran bondad
El matrimonio cristiano es necesario para el equilibrio de la sociedad. Por eso debemos hacer conocer a los que nos rodean los principios fundamentales de la organización de la sociedad de acuerdo con la moral católica, lo que muchos cristianos ignoran hoy.
«Una vida apacible, familiar y distinguida». Así me describió un amigo este lienzo de Fernando Laroche, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes, representando la Alameda, antiguamente llamada de Las Delicias, en Santiago, hacia 1900. El comentario me pareció muy acertado, pues el pintor efectivamente supo transmitir la tranquilidad de ese Santiago, que
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La escena famosa de la aparición del Arcángel San Gabriel a Nuestra Señora constituyó para la humanidad una hora de gracia. Se abrió el Cielo, que la culpa de Adán había cerrado, y de él bajó un espíritu de luz y de pureza trayendo consigo un mensaje de reconciliación y de paz. Ese mensaje se
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¿Pero, el ideal de belleza humana, especialmente en la madurez, no se apoya, sobre todo, en esa estética de la dignidad? ¿Qué es un rostro bonito a los 50 o a los 60 años? ¿Son las cremas y las cirugías las que lo determinan? ¿O son las actitudes y aquello que los ojos expresan?
Nuestro Señor nos dio el ejemplo de la aceptación entera del dolor y nos enseñó el papel que este tiene en la vida del hombre. El hombre nació para dar gloria Dios, antes que nada sufriendo. Esta es la idea rectrix, fundamental en la formación del verdadero católico.
Un aspecto de la persona de San José, de Jesús y de María, que se silencia a menudo, es su nacimiento de estirpe real.(extracto de un sermón de San Bernardino de Siena)
La Revolución no quiso destruir sólo la nobleza y el clero, sino incluso el pueblo. En efecto, las mentalidades modeladas por la Revolución de 1789, aunque proclaman la dignidad de la condición de plebeyo, de hecho se avergüenzan de ella.
¿De dónde viene la inercia ante leyes que erosionan a la familia? De que no existan en los espíritus ideas firmes, principios sólidamente establecidos en las almas, y sí ideas vagas y fluctuantes, incapaces de dar energía a los corazones.
Dos ambientes populares, dos formas de existencia, dos concepciones del trabajo. De un lado, el contenido de vida tranquilo y digno, el ambiente modesto pero lleno de temperante lozanía, la concepción bautizada y afable del trabajo cristiano. Por otro lado, la vida opresiva y agotadora, el ambiente saturado de egoísmo y de odio, la concepción materialista, brutal y mecánica del trabajo pagano.