Nuestra Señora Auxiliadora
24/05/2022 | Por Acción FamiliaFiesta de María Auxiliadora. El Papa Pío VII, hecho prisionero por Napoleón, confía su suerte y la de la Iglesia a María Santísima. Poco después, Napoleón pierde el trono.
Fiesta de María Auxiliadora. El Papa Pío VII, hecho prisionero por Napoleón, confía su suerte y la de la Iglesia a María Santísima. Poco después, Napoleón pierde el trono.
Quizá fueran añoranzas de una vida civilizada, de un orden que se reflejase en la vida cotidiana, de un decoro que hiciese la vida verdaderamente digna de ser vivida.
Sólo aquel que se encoleriza sin motivo se hace culpable; quien se encoleriza por un motivo justo no tiene culpa alguna. Pues, si se faltase a la ira, el conocimiento de Dios no progresaría, los juicios no tendrían consistencia y los crímenes no serian reprimidos.
El anhelo de belleza y perfección, produce joyas, terciopelos, sedas, en definitiva todo lo que sirve para el adorno del hombre y de la vida. Esos recursos decorativos fueron hechos para adornar la tradición, el poder legítimo, los valores sociales auténticos.
En estos tiempos, en que está de moda hablar de igualdad y de derechos de la mujer, conviene reflexionar sobre su papel en la sociedad. Desde la época de la Redención, hay dos caminos que se abren frente a la mujer: el camino de María Inmaculada y la trayectoria de Eva.
Digamos pues, abiertamente con san Bernardo que necesitamos un mediador ante el Mediador mismo y que la excelsa María es la más capaz de cumplir este oficio caritativo. Por Ella vino Jesucristo a nosotros y por Ella debemos nosotros ir a Él.
Entre la pobreza y el esplendor no existe contradicción, sino en la mente de los igualitarios. La Iglesia se muestra santa porque, con igual perfección, con la misma sobrenatural genialidad sabe organizar y estimular la práctica de las virtudes que brillan en la vida oscura del monje, y las que resplandecen en el ceremonial sublime del Papado.
La monja que enfrentó a Lutero En Alemania, cuando Lutero sembró su doctrina herética, surgió en Núremberg una monja que tuvo el coraje y la fuerza de no seguirlo. Se llamaba Sor Caritas Pirckheimer (1467-1532), una figura para redescubrir en nuestros días. El prestigio y la preparación de la Abadesa Caritas hizo que el monasterio
(siga leyendo)
Estamos expuestos a una información más caótica de la que podemos manejar. Así, la vida se convierte en un rápido y distraído revoltijo de clics, gustos y diversiones que llenan un día agotador. Hay poco o ningún tiempo para el pensamiento.
El cristiano debe aliar la astucia a la candidez. La Sagrada Escritura numerosas veces apela a seres materiales para hacernos entender y apreciar realidades espirituales y morales.