Los acontecimientos recientes, tanto en el campo político como en el religioso, nos hacen pensar que algo muy profundo está cambiando en el sentimiento público.

Lecciones de la Historia para nuestros días. En el siglo XIX aparecieron en Francia muchos falsos profetas que tomaban la actitud de reivindicadores de los derechos del pueblo, que ofrecían una era de libertad, igualdad y fraternidad. Esos profetas vestidos con piel de oveja, habrían de mostrarse en la realidad como lobos rapaces.

El hombre de hoy, por los smartphones, la televisión, Internet y otros medios de comunicación, está siendo sometido a una especie de experimento de Pavlov. Una verdadera algarabía de información y de impresiones inconexas.

El libro “El Proceso Sinodal: una caja de Pandora” está causando un gran revuelo en los ambientes católicos, como siendo algo sin precedentes.
Sin embargo, los Papas anteriores ya hablaron claro sobre los graves desvíos doctrinarios en la Iglesia después del Vaticano II, y que han dado lugar a la crisis de hoy.

Decir que el mundo contemporáneo está en una crisis profunda es una verdad de perogrullo. Nuestro país sigue esos pasos y se busca afanosamente una solución pero sin levantar el problema central: nuestra sociedad es un cuerpo sin alma.

Con frecuencia se descarta sin mayor análisis una posición doctrinaria tachándola de «ideología». Nos ha parecido de la mayor utilidad el refutar este sofisma. En una entrevista al periódico «Folha de Sao Paulo», el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira hace una brillante distinción entre doctrina e ideología. [1]  FSP – Última pregunta. PCO – Puede

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El libro: ‘El Proceso sinodal: Una caja de Pandora’, aborda de manera clara y completa una situación gravísima por la que atraviesa la Iglesia de hoy. Puede bajar la versión PDF

En la época de las tecnologías inteligentes, los hombres están tornándose menos inteligentes que sus antepasados, según un estudio realizado por investigadores europeos.

Análogamente a un matrimonio roto, el elemento que falta es la confianza. La confianza del público en las principales instituciones ha caído en picado en las últimas cuatro décadas. Esto conduce a una polarización que es en realidad una disgregación del país en miles de pequeños polos, y a la ira en la política.

Una «fabulosa red de amistades proporciona a China un tesoro estratégico, en todo el continente». Hoy hay una veintena de presidentes latinoamericanos que se pueden definir como «amigos» de la China comunista.” Hace unos años un querido amigo, excanciller de su país, me explicó que China tiene una política exterior “bismarckiana”. Con esto el veterano

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