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Cuba: ¿castrismo sin Castro?

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Según Armando Valladares, eminente exiliado cubano, Cuba continuará en el mismo régimen de opresión y miseria, debido a la enigmática continuidad de una política de mano tendida a la tiranía castrista.

En esta amena y sustanciosa entrevista, recuerda con afecto su visita a Chile en 1996.

Ex-preso político cubano, Armando Valladares, de 71 anos, poeta, escritor y diplomático, es actualmente uno de los líderes naturales del influyente grupo de los exiliados cubanos en los Estados Unidos. En 1960, siendo joven funcionario del gobierno fue encarcelado por oponerse, en el estricto plano de las ideas, al proceso de comunización impulsado por Fidel Castro. Pasó 22 años preso. Su oposición a los planos de Según Armando Valladares, eminente exiliado cubano, Cuba continuará en el mismo régimen de opresión y miseria, debido a la enigmática continuidad de una política de mano tendida a la tiranía castrista. reeducación marxista y su negativa a vestir el uniforme de simple prisionero, desataron represalias brutales contra él y un pequeño grupo de presos políticos resistentes, que fueron sometidos a palizas, torturas y confinamiento. Valladares resistió, pero las torturas lo dejaron paralítico.

Desde la prisión, comenzó a denunciar el régimen comunista, escribiendo con su propia sangre. Se servía para eso de pequeños pedazos de papel, con los cuales conseguía burlar la vigilancia de los carceleros. Su esposa Martha se encargaba de hacerlos llegar al Exterior. Valladares se transformó así en un exponente de la resistencia anticastrista, de proyección internacional. En 1982, debido a la presión de gobiernos e instituciones de derechos humanos internacionales, Castro se vio forzado a liberarlo y expulsarlo de Cuba.

Su libro de memorias, cuyo título «Contra toda esperanza» está inspirado en la frase de San Pablo, tuvo innumerables ediciones en el mundo entero. Valladares alcanzó tanta notoriedad y prestigio moral, que el presidente Ronald Reagan le concedió la ciudadanía americana y le nombró embajador de los Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, cargo en el cual permaneció hasta el gobierno de George Bush (padre).

Excelente polemista y conferencista, Armando Valladares es actualmente embajador itinerante del destierro cubano, gozando de enorme prestigio entre los 11 millones de compatriotas encerrados en la Isla prisión.

En viaje por Italia, Valladares concedió una entrevista exclusiva a la revista «Catolicismo» de Brasil, que ofrecemos  traducida al castellano a nuestros lectores.

* * *

Catolicismo “ ¿Cómo ve Usted el futuro de Cuba después de la renuncia de Fidel Castro?

Valladares “ Mi sospecha en relación al futuro de Cuba, es que se prepara, con apoyos eclesiásticos, un “fidelcastrismo sin Fidel Castro”, que intentaría salvar las supuestas «conquistas» y «metas» del comunismo cubano en materia social, particularmente en cuanto a educación y salud. Estos continúan siendo dos instrumentos implacables de control de las conciencias y de extinción de la fe de los niños, jóvenes y adultos. El sistema comunista de educación en Cuba es un verdadero laboratorio de ateismo y apostasía, en el cual se manipulan las mentes de mis compatriotas, desde la enseñanza primaria hasta la formación universitaria.

Catolicismo “ ¿Cual es su opinión sobre la reciente viaje a Cuba del actual Secretario de Estado de la Santa Sede. Cardenal Tarsicio Bertone?

Valladares “ Esa visita a Cuba, entre los días 21 y 26 de febrero, provocó perplejidad y profundo malestar en los fieles auténticamente católicos de la isla y del destierro.

Antes de embarcar para ese viaje, en declaraciones al periódico “Avvenire”, órgano del episcopado italiano, el purpurado declaró que atendía a un convite del episcopado cubano, dentro de las conmemoraciones por el 10° aniversario del viaje de Juan Pablo II a Cuba. Pero añadió que resultaba también de «una invitación, particularmente calurosa de las autoridades civiles» – o sea, de las actuales autoridades comunistas. El jefe de la diplomacia vaticana llegó as decir que «Cuba es la prueba de que el diálogo, si es sincero, siempre da frutos». Si el fruto al cual el Cardenal se refirió fue el propio viaje, podemos dudar de la sinceridad de las autoridades cubanas al hacer la invitación, tomando en consideración de las ventajas políticas obtenidas por el régimen.

Catolicismo “ ¿Cual fue la actitud de las autoridades comunistas?

Valladares “ El Canciller Pérez Roque, que le esperaba en el aeropuerto con autoridades eclesiásticas y comunistas, dijo cínicamente que recibía al alto dignatario con «respeto y hospitalidad», añadiendo que esa visita era la expresión de las «excelentes» relaciones entre el régimen y el Vaticano. Se comprende que la prensa comunista haya dado cierta notoriedad a la estadía del Cardenal en Cuba, de modo especial a su entrevista con el nuevo dictador, Raúl Castro. A pesar de haber sido, al lado de su hermano, uno de los mayores represores y torturadores del Régimen durante medio siglo, Raúl Castro recibió del enviado del Vaticano votos de «éxito» para una «misión» que ejercerá «al servicio de su país».

Catolicismo “ ¿El Cardenal Bertone levantó algún otro asunto durante la visita?

Valladares “ Si, claro. No faltaron de parte de él. Enfáticas declaraciones contra el embargo norteamericano. Pero el Cardenal pareció olvidarse de que la causa de la miseria en Cuba no es el limitado embargo de los Estados Unidos, sino el implacable embargo interno del régimen comunista contra el pueblo cubano.

Catolicismo “ ¿Usted cree que el balance de esa visita tuvo algún aspecto positivo?

Valladares “ La visita y la entrevista que mantuvo con el actual dictador sucedieron diez años después del viaje de Juan Pablo II, que suscitó en el mundo entero tantas esperanzas de libertad para Cuba. Sin embargo, a juzgar por sus declaraciones a algunos periodistas, él salió de la entrevista con los oídos llenos de promesas, pero con las manos vacías. «Todo comienza siempre con promesas, pero esperamos una apertura, puesto que nada es imposible». Sus tímidas alusiones a los presos de la Isla, hechas poco antes de embarcar de regreso a Roma, no fueron suficientes para atenuar el sabor amargo que su estadía dejó en Cuba, especialmente en los presos políticos y en sus familiares.

Catolicismo “ ¿Cuáles serían en su opinión las razones que llevan al purpurado a conducir una diplomacia tan benigna con el régimen castrista?

Valladares “ Francamente, no consigo imaginarlo. En un viaje anterior, en el año 2005, cuando todavía era Arzobispo de Génova, él mantuvo una larga entrevista con Fidel, después elogió su «notable lucidez» y expresó la convicción de que en él «creció el respeto por la religión» y el «aprecio por la Iglesia». Y concluyó, contra todas las evidencias, que en la Isla prisión «la apertura ya es total». Tuve la ocasión de publicar un artículo expresando mi incomprensión, titulado: «Cardenal Bertone-Cuba: El pastor bendice al lobo».

Catolicismo “ ¿Por lo tanto, la benignidad de la diplomacia vaticana hacia el castrismo no es reciente?

Valladares “ De hecho, lo más preocupante de ese viaje, es que él se inserta en la enigmática continuidad de la política de distensión del Vaticano y de importantes figuras eclesiásticas de diversos países con la tiranía del Caribe. Tal política se viene desarrollando a lo largo de las últimas cuatro décadas, desde la época en que Mons. Zacchi era Nuncio Apostólico en Cuba. Monseñor Agostino Casaroli, entonces Secretario del Consejo para los Asuntos Públicos del Vaticano, afirmó después de su visita a la Isla, que los católicos de allí eran felices. Esto sucedió durante el pontificado de Pablo VI.

Catolicismo “ ¿Esa continuidad se mantuvo durante el pontificado de Juan Pablo II?

Valladares “ Desgraciadamente, si. En la década de 1980-1990, numerosos cardenales y altos prelados de diversos países peregrinaron a Cuba y tejieron elogios a su dictadura comunista. Tuve ocasión de abordar esos hechos en muchos artículos. Expresé mi perplejidad cuando Juan Pablo II, al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador cubano frente a la Santa Sede, (Enero de 2005), leyó un discurso reconociendo diversas «metas» supuestamente alcanzadas por la revolución comunista cubana. En materia de «atención sanitaria», «instrucción» y «cultura», a través de las cuales se realizaría la «promoción humana integral», e incluso en lo concerniente al «crecimiento armónico del cuerpo y del espíritu». Fue algo que dejó a los católicos cubanos en una encrucijada espiritual sin precedentes. Aún más que la continuidad enigmática de la diplomacia vaticana hacia el régimen cubano es ahora mantenida por el Cardenal Bertone, en su nuevo e importante cargo.

Catolicismo “ ¿Hubo en la reciente visita algún mensaje del Vaticano a los católicos cubanos?

Valladares “ En un extenso mensaje llevado por el purpurado, Benedicto XVI hizo una leve alusión al drama de los católicos cubanos, diciendo que «en ciertas ocasiones, algunas comunidades cristianas se ven oprimidas por las dificultades, por la escasez de recursos, la indiferencia, o inclusive el recelo, que pueden inducir al desánimo». Es muy poco, si se compara con el exterminio sistemático de los católicos cubanos, que incluye el asesinato en el «paredón» de jóvenes mártires, cuyas últimas palabras fueron «¡Viva Cristo Rey!», “¡Abajo el comunismo!”. Y más allá de eso el asesinato espiritual de generaciones enteras.

Catolicismo “ Usted es un católico practicante que no vacila en proclamar en alta voz y con claridad su fe. ¿No se siente incomodado por tener que hacer críticas a ciertas actitudes incomprensibles de las autoridades eclesiásticas?

Valladares “ No es la primera vez que me veo en la obligación de conciencia de tener que hacer comentarios críticos sobre la política de mano tendida de la Santa Sede en relación al régimen castrista. Pero esas críticas son invariablemente filiales, respetuosas y documentadas, y se refieren a las relaciones diplomáticas de altas figuras de la Iglesia con el Estado comunista. Son comentarios que resultan de un imperativo de conciencia de un fiel católico cubano, preso político durante 22 años, que tuvo su fe vivificada al oír los gritos de los jóvenes católicos que morían fusilados por orden de Fidel Castro. Las últimas palabras de ellos fueron de fidelidad a la Iglesia y de repudio a un sistema que es una «vergüenza de nuestro tiempo». Quien calificó con esta expresión al régimen comunista fue el Cardenal Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVI, cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Por lo demás, es bueno que los lectores sepan que esa posición en relación a la política diplomática del Vaticano, yo la tomé en consonancia e inspirado en la conocida Declaración de Resistencia publicada por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira en 1974, después de la visita de Monseñor Agostino Casaroli a Cuba

Tuve conocimiento de esa declaración solamente en Noviembre de 1996,

Cuando viajaba de Santiago de Chile a Valparaíso, en compañía de dos miembros de la TFP, a fin de participar en un congreso. Eran jóvenes que yo había conocido pocos días antes, pero a los cuales ya me unía una amistad como si fuese de la vida entera.

Catolicismo “ ¿Cuál era el congreso del cual usted iba a participar?

Valladares “ El Senado chileno me havia invitado a una sesión extraordinaria, en la cual los presos políticos cubanos serían homenajeados en mi persona, por el hecho de que yo hubiera conseguido vivir 22 años en las mazmorras castristas y ser testigo de esa «vergüenza de nuestro tiempo» y de nuestro continente.

Yo llegué pocos días antes a aquel importante país andino invitado por un grupo de personalidades políticas y civiles – entre las cuales algunos directores de la TFP chilena de aquella época – con el fin de mostrar la dramática realidad de Cuba. Estábamos entonces en las vísperas de la VI conferencia de la Cúpula Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, a la cual comparecería el dictador Fidel Castro. Las cosas estaban desarrollándose bien en Chile para nuestra causa en favor de la libertad de Cuba, pero yo tenía una preocupación ce conciencia que me atormentaba. En aquel raro intervalo de privacidad, durante un viaje con una agenda llena de compromisos, decidí compartir el problema de conciencia con mis dos nuevos amigos, exponiéndolo con toda franqueza. Se trataba del anunciado viaje de Castro a Roma, durante el cual aprovecharía su participación en un congreso de la FAO, para tener una entrevista con Juan Pablo II. Los beneficios publicitarios para el dictador serían enormes, como los hechos lamentablemente vinieron después a confirmar.

Mis interlocutores me dejaron hablar; yo casi diría desahogarme. Cuando terminé, me respondieron que también Plinio Corrêa de Oliveira había pasado – en lo referente a la Ostpolitik vaticana con los países comunistas en general, y con Cuba en particular – por análogo problema de conciencia. Problema que llegó a su auge en 1974, cuando el Cardenal Mindszenty, héroe húngaro de la resistencia al comunismo, fue destituido de su diócesis de Esztergom; y Monseñor Agostino Casaroli afirmó, en lo relativo a Cuba, que «los católicos que viven en la Isla son felices dentro del sistema socialista». El documento enumeraba todavía otra serie de lances diplomáticos de la referida Ostpolitik, resaltando que ellos creaban perplejidades, angustias y dramas interiores, de los más dolorosos que pueden existir, por que decían a respecto a lo que hay de más fundamental en el alma de un católico, que es su vínculo con el propio Vicario de Cristo.

Catolicismo “ Nos gustaría recordarle que que ese documento fue reproducido integralmente en las páginas de Catolicismo.(*)

Valladares “ Mis interlocutores en aquel viaje sustentaban, basados en ese documento, que la fe de los católicos debía permanecer intacta e incluso fortalecida delante de ese dilema, porque en asuntos diplomáticos y políticos los papas no son asistidos por la infalibilidad. Por eso, al mismo tiempo en que reafirmaba su incondicional obediencia a la Iglesia y al Papado, en los términos establecidos por el Derecho Canónico, la Declaración de Resistencia manifestaba toda la veneración debida a la Cátedra de San Pedro, y sustentaba también que los fieles católicos tienen el derecho e incluso el deber de resistir a determinadas orientaciones diplomáticas del Vaticano, en la medida en que estas discrepen de la línea tradicionalmente adoptada por la Iglesia en relación al comunismo.

Lo concreto es que, cuando mis dos amigos terminaron de hablar, estábamos llegando a la sede del Congreso, donde un comité de recepción nos aguardaba. Yo me sentía como si me hubiesen quitado un peso de los hombros, como si mi conciencia se hubiese liberado de una fuerte presión. Después de mi salida de la prisión y de la partida al exterior, varias veces tuve que manifestar mi opinión discordante sobre la actitud de altos eclesiásticos, de aproximación y colaboración con la Cuba castrista. Yo lo hice siempre dilacerado por un dilema de conciencia, para el cual no tenía una respuesta clara, pero ahora el asunto estaba puesto en sus justos términos. Aliviado, confidencié a mis interlocutores: es exactamente esta la explicación que los exiliados cubanos estábamos necesitando, en aquellos momentos en que el dictador Castro se preparaba para viajar a Roma. En la ocasión escribí un artículo a ese respecto. Coincidentemente él salió publicado en periódicos de Roma y Miami en el mismo día en que Fidel Castro llegaba a la Ciudad Eterna.

Catolicismo “ Usted llegó a conocer personalmente al autor de ese documento, el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira?

Valladares “ No lo conocí personalmente, y la mayor parte de lo que conozco de su vida y de sus escritos llegó a mí después de su fallecimiento. Pero una vez hice esta reflexión: para realizar lo que Plinio Corrêa de Oliveira hizo en favor de la libertad de Cuba, tocando con su palabra y con su pluma certeras, los cables de alta tensión más delicados de la vida política y religiosa internacional – cables que pasaron, y en cierta medida continúan pasando, por encima de la mayor de las islas de las Antillas – es necesario un conocimiento y un discernimiento de la psicología humana, de la mentalidad de los pueblos, de la historia, de la sociología y de la política, que lo tornan un hombre realmente fuera de lo común, dotado de una maestría especial.

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(*) El referido documento, titulado La política de distensión del Vaticano con los gobiernos comunistas “ Para la TFP: omitirse, o resistir?, fue publicado en Catolicismo en la edición de abril de 1974, pero también ampliamente difundido por la prensa nacional e internacional, siendo reproducido en 57 diarios de once países. En él, el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira comenta que su actitud de resistencia se inspiraba en aquella descrita en la Epístola a los Gálatas (Gal. 2,11), donde viene afirmado que San Pablo “resistió de frente” a San Pedro.

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18/04/2008 | Por | Categoría: Situación Internacional

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