Después de la prohibición de invocar a Dios en los campos de fútbol, ahora se multa a los políticos que lo hagan. Si sumamos a esto la prohibición de exponer públicamente crucifijos en Italia, estamos frente a las primeras gotas de un aguacero anticatólico que se avecina.
MÉXICO D.F. — Una nota editorial publicada por el Servicio de Información Religiosa del Arzobispado de México (SIAME), recoge la sorpresa de esta entidad por la sanción impuesta al gobernador electo por Sinaloa, quien durante su campaña electoral invocó el nombre de Dios en un acto público.
En la nota titulada Intolerancia religiosa en leyes electorales, el SIAME informa que “el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación impuso una multa y amonestación pública al gobernador electo por Sinaloa, Mario López Valdez, por haber mencionado el nombre de Dios durante su campaña”.
Según la nota, las autoridades electorales “argumentando puerilmente y guiados por el prejuicio y la intolerancia religiosa”, decidieron “que las expresiones del político ‘contravienen el artículo 130 constitucional federal y el 117 bis de la ley electoral de Sinaloa’”.
“El arzobispado de México se sorprende del odio que existe en nuestro país hacia este tipo de manifestaciones religiosas, sobre todo porque somos una nación mayoritariamente católica y creyente en Dios. El propio Himno Nacional Mexicano, que se entona todos los días en los actos públicos, invoca respetuosamente el nombre de Dios”, afirma el editorial.
El gobernador electo de Sinaloa, Mario López, dijo en un mitin: “Ganaré con el apoyo de la voluntad popular y la de Dios”. El funcionario fue sancionado por el máximo tribunal electoral en México con una multa de dos mil dólares.
“La noticia dio la vuelta al mundo a través de las agencias de información católicas, ya que no deja de ser una escandalosa información el hecho de que en México, según los criterios legislativos del procedimiento electoral, esto sea un delito que debe castigarse”, agrega el editorial.
Aica, viernes, 6 de agosto de 2009