Escalada de sacrilegios preanuncia persecución religiosa.
Durante el fin de semana, desconocidos usaron el altar de la cripta como letrina y robaron reliquias de Santos expuestas allí. Este es el segundo templo católico argentino atacado en un mes.
Según informa el diario La Nación (31 de octubre de 2013), el altar de la cripta fue utilizado como letrina y el mantel, utilizado como artículo de limpieza personal. El manto de la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados le fue arrancado, siendo encontrado en otro lugar del templo. Agrega, que parte del excremento también fue esparcido sobre la imagen de Santa Cecilia, salpicando las urnas colocadas en las naves laterales.
A fines del mes pasado, ocurrió una profanación análoga en la iglesia de San Ignacio de Loyola, que fue atacada y dañada por alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires.
El Obispo de Mar del Plata, Monseñor Antonio Marino, afirmó que anunciaría oportunamente la celebración de una Misa en reparación por este sacrilegio. Los fieles se reunieron en la misa de las 6 de la tarde para realizar un acto de desagravio.
La cripta de la catedral de los Santos Pedro y Cecilia, escenario de este sacrilegio, se encuentra en pleno centro de la ciudad, y es frecuentado por numerosos fieles.
Está reciente en nuestra memoria la profanación de la catedral de Santiago de Chile. En un mundo que se dice cada vez más tolerante, ¿estaremos presenciando el comienzo de una persecución religiosa?