Comunicado de Prensa
El Senado despachó favorablemente en el día de ayer el Proyecto que establece medidas contra la discriminación, entre ellas la que se refiere a la “orientación sexual”, contra la cual se manifestó recientemente la Iglesia Católica y representantes de todos los credos en Chile.
El apoyo contó con los votos unánimes de los Senadores de la Concertación y con buena parte de los de la Alianza. (22 votos a favor y 9 en contra). Tal “consenso” se obtuvo en virtud de algunos cambios introducidos en el Proyecto inicial presentado por el ex–Presidente Lagos el 2005.
Acción Familia considera que tales cambios en nada solucionan el carácter persecutorio que esta ley podrá significar para el ejercicio de la libertad religiosa. En efecto, durante la discusión de ayer, fue argumentado por varios senadores de la Alianza a favor del Proyecto, que éste establece ahora que sólo se considerará discriminación arbitraria aquella que “carezca de justificación razonable”, evitando así que cualquier distinción pueda ser considerada como delito.
Sin embargo, esta precisión no resolverá el carácter persecutorio del Proyecto antidiscriminatorio pues, como también fue manifestado en la discusión de ayer, lo que hoy puede considerarse “razonable”, mañana podrá ser irracional.
De este modo, la aprobación del Proyecto significa la introducción de una espada de Damocles en el orden penal, que tendrá un carácter evolutivo y que dependerá del arbitrio de cada juez. Tales características hacen del Proyecto una ley opuesta al sentido común de las normas básicas del derecho, es decir, que ellas deben constituir “reglas permanentes y claras” de modo que las personas puedan saber cuándo la están infringiendo y el juez pueda resolver de acuerdo al texto legal y no a su mero criterio personal.
Este carácter evolutivo e impreciso del Proyecto es extremadamente peligroso una vez que, como se sabe, el lobby homosexual considera como “homofobia” – entiéndase discriminación irracional – cualquier limitación al ejercicio de sus cuestionadas conductas. Ejemplo de esta posición han sido las demandas contra el actual Obispo de San Bernardo por cancelar los permisos de impartir clases de religión a una persona lesbiana.
Con la aprobación de esta ley, hechos como el señalado, quedarán a criterio del juez de turno, quien deberá decidir, conforme a su opinión personal, si tienen base “razonable” o si constituyen una discriminación arbitraria. Si a este criterio impreciso se le suma la presión mediática ejercida por el lobby homosexual, pocos jueces podrán fallar con criterios claros y objetivos.
Es decir, en el momento en que el País observa consternado que incontables delincuentes son absueltos por diversos magistrados de los cargos por los cuales habían sido detenidos in fraganti por Carabineros, y que así se deteriora cada vez más el Orden público, se abre ahora una nueva vía de caotización de la Nación, al dictar una ley de contenido difuso, que se podrá volver gravemente injusta cuando sea interpretada como desea el lobby homosexual.
Por estas razones, el Presidente de Colombia, Dr. José Manuel Santos, en un acto de gran lucidez, acaba de vetar una ley anti-discriminatoria precisamente por considerar que “la conducta descrita y penalizada en el proyecto de ley, en cuanto se refiere a discriminación por motivos religiosos o de orientación política o filosófica, infringe el principio de legalidad en materia penal, pues es imposible para los destinatarios de la norma conocer cuándo incurren en el delito» (cf. “El Tiempo” de Bogotá, 25 de oct. 2011).
En consecuencia, Acción Familia solicita al Sr. Presidente de la República, Sr. Sebastián Piñera que ejerza, por los mismos motivos que lo hizo su homólogo colombiano, su poder de veto y no permita que se conculquen el derecho de la libre expresión de la verdad y del ejercicio de la religión en Chile.
Acción Familia
Santiago, 9 de noviembre de 2011