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| Newsletter - Noviembre 2022 |
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[Tratamiento]
[Nombre] [Nombre2]:
Este
mes es, sin duda, de alegría: tenemos por Madre a la mejor de todas las
Madres. Y no es ya sólo que la tenemos como algo nuestro y que nos
quiere mucho y nos hace el bien. Mucho más allá de eso, es que Ella es
buena. Un ser único y predilecto de Dios para sus divinos planes con la
humanidad.
Nosotros estamos contentos con tener una Madre como
Ella, es verdad, tanto que Nuestra Señora, le decimos... ¿Pero ya
pensamos en lo que quiere decir "Señora". Algo me dice que sería
sinónimo de Dueña, la que dispone, la que dirige. ¿Pero hacemos algún
caso a sus celestiales deseos?
En esa perspectiva, ¿estará Ella
contenta con nosotros?. No individualmente, sino como sociedad, como
grupo de hijos. ¿Camina nuestro país y el Mundo de acuerdo a sus deseos?
Miramos
a nuestro alrededor y todo indica lo contrario: las malas acciones y
pecados se multiplican entre los hombres, de tal modo que sus mezquinos
horizontes no parecen circunscribirse sino al goze pagano de la vida y
al pecado.
Es por eso que me pareció una interesante idea, y
quizá novedosa, la de festejar el mes de María con espíritu de
reparación, como la de buenos hijos que quieren consolar de sus
lágrimas -tan justificadas- a tan buena Madre.
Además está la
feliz coincidencia, de que el mes de María se concatena con el
Adviento: "tiempo de compunción y discreta esperanza", que debe
prepararnos para las conmemoraciones de la venida de nuestro Salvador.
En fin son algunas consideraciones que me vinieron al espíritu, simplemente cuando observo a mis semejantes...
Reciba un saludo muy cordial.
Luis Montes Bezanilla.
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El mes de María y el espíritu de reparación
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Debemos
tener muy presentes las razones de su tristeza, por tantas ofensas
contra Ella, contra su Divino Hijo y contra la Santa Iglesia, que vemos
cotidianamente
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¿Quién podría decir que – grosso modo– la Santísima Virgen está contenta con la actual actitud de los hombres?
Sería, pues, muy oportuno aprovechar este mes, todo él
dedicado a Nuestra Señora, para enfocarlo y vivirlo como un acto de
reparación. Como todos saben, el mes de María es eminentemente festivo.
Entonces, ésta es una ocasión para testimoniarle a Ella veneración,
cariño, etc., pero reiterarlo de otra manera, es decir, solidarizándose
con su dolor.
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