Vida, colores, elegancia son los elementos que atraen la mirada desde el comienzo.
Notamos la toilette de las dos mujeres en el primer plano y mil detalles que invitan a entrar en este cuadro.
Todo el mundo está ocupado, pero no vemos nerviosismo. Un barrendero empuja los residuos a la alcantarilla; una doncella con un delantal blanco cruza el boulevard; el empleado de la tienda va a entregar unos paquetes.
Las diferentes clases sociales parecen armoniosamente mezcladas. Aquí vemos una sociedad que sigue siendo un cuerpo vivo, donde cada miembro tiene su lugar y desempeña su papel; ella no se basa en los celos, en la envidia de quien tiene o es más.
Formación en el amor a lo bello, deber de los padres
Numerosos coches circulan, pero se puede cruzar por donde se quiera, a voluntad, sin ser enmarcado por miles de reglamentos exigentes.
Y la adoración de la técnica todavía no ha invadido y dañado todo.
Fuente: TFP Francia