Clausewitz, uno de los grandes teóricos de la guerra, nos enseñó que la victoria sobre un pueblo no consiste en destruirlo físicamente, sino en quitarle la determinación de luchar
Lecciones de una «guerra psicológica» contra Occidente.
Años atrás asistimos a una verdadera guerra psicológica a nivel internacional, que difundió la idea de que Occidente sería incapaz de enfrentar los desafíos que vienen de Rusia y de los musulmanes.
Fueron frecuentes las noticias de prensa que nos señalaban debilidades de Estados Unidos en materia de seguridad.
Nos decían que ISIS podría atentar contra su red eléctrica, provocando la muerte de 9 de cada 10 ciudadanos. (Washington Examiner); que esa organización tenía campos de entrenamiento en el mismo territorio americano (America Freedom Fighthers); que 11 aviones fueron robados en Libia y que podrán repetir el 11/09; que la dependencia de EUA de cohetes fabricados por rusos ponen en peligro su seguridad (The Washington Times); que ISIS se preparaba para atacar con atentados suicidas desde México, etc. La lista podría extenderse más o menos indefinidamente.
Por otra parte, la actitud incalificable que el entonces presidente Obama tuvo ante las bravatas rusas, podía llevar a concluir a los espíritus timoratos que la debilidad de Occidente frente a Rusia era una realidad.
De nuestra firmeza depende el futuro de Occidente
¿Qué había de efectivo en todo esto? Más aún, ¿qué efecto podía producir toda esta avalancha de noticias sobre la opinión pública americana y la de todo Occidente?
Veamos lo que nos enseña Clausewitz, el gran teórico teórico de la guerra.
Como observaba Plinio Corrêa de Oliveira: (Clausewitz) «enunció el principio de que la victoria sobre un pueblo no consiste en destruirlo físicamente, sino en quitarle la voluntad de perseverar en la lucha. Mil episodios históricos hay que confirman esa máxima. Napoleón, por ejemplo, obtenía victorias militares tan espectaculares, porque ahogaba cualquier deseo de resistir en los adversarios .
«Dos pueblos hubo, entretanto, a los cuales ninguna catástrofe militar consiguió quebrarles su determinación de llevar la lucha hasta el fin. Por esto desgastaron y aniquilaron el poder del Corso. Como todos saben esos pueblos fueron el español y el ruso.
«Por ello, no causa sorpresa que principio tan fundamental, haya sido enunciado ya con mucha anterioridad a Clausewitz. Quinientos años antes de Cristo, el escritor chino Sun Tse (hoy día más conocido como Sun Tsu), discurriendo sobre las “Reglas del Arte militar”, aseveró que: “un general competente siempre sabe el arte de humillar al enemigo sin trabar combate; de capturar las ciudadelas sin desenvainar la espada; él conoce el arte de conquistar territorios sin penetrar en ellos”.
¿No asistimos en nuestros días a una situación análoga a la descrita por Sun Tsu? ¿Cuál deberá ser nuestra actitud personal ante estos hechos?
De nuestra determinación actual podrá depender el futuro de la civilización