El Portavoz del Estado islámico (EI), Abu Mohammad al Adnani, ha realizado un nuevo llamado a la jihad contra los incrédulos y los infieles. En el anuncia la conquista de Roma: «Conquistaremos su Roma, romperemos sus cruces y esclavizaremos a sus mujeres».
En su llamado pide a sus milicianos y seguidores que maten «del modo que sea» a los ciudadanos estadounidenses, europeos y de los países que apoyan la colisión militar en su contra en Irak y Siria, advirtiendo a esas naciones que pagarán «un alto precio» por atacarles.
«Atacad a los soldados, patrones y tropas de los tawaghit (los que traspasan los límites marcados por Alá). Atacad a sus policías, agentes de seguridad y de Inteligencia, así como a sus agentes traidores».
«Si podéis matar a un infiel americano o europeo, especialmente a los vengativos y sucios franceses, o a un australiano, un canadiense o cualquier infiel de los que promueven la guerra infiel, incluidos los ciudadanos que han entrado en la coalición contra el Estado Islámico, confiad en una vez más en Alá y matadles de cualquier modo o manera pero hacedlo», ha subrayado. «Conquistaremos su Roma, romperemos sus cruces, esclavizaremos a sus mujeres con el permiso de Alá, el elevado», ha asegurado.
El portavoz del Estado Islámico amenaza a Estados Unidos y a «todos» sus «aliados», a los que define como «cruzados». «Sepan que el tema es más peligroso de lo que han imaginado y mayor de lo que han previsto», ha asegurado. «Les hemos advertido de que hoy estamos en nueva era, en la que el Estado, sus soldados y sus hijos no son esclavos. Son personas que desde hace tiempo no conocen la derrota», ha explicado.
Al Adnani ha hecho hincapié en que la operación de Estados Unidos y sus aliados contra el Estado Islámico en Irak y Siria será su «campaña final». «Terminará mal y en derrota, como las campañas previas que fueron derrotadas, aunque en esta ocasión les perseguiremos después y ustedes no nos perseguirán.
Por último, haciendo uso de los términos queridos a la propaganda de Al Qaeda llama a golpear aún con armas impropias o rudimentarias, «quebradles la cabeza con una roca, cortadles la garganta con un cuchillo, estranguladlos o envenenadlos…», porque según esta lógica, cualquier persona puede ser un instrumento de la yihad, no sólo infiltrado, sino también como mero “simpatizante”.