La silla vacía
05/08/2022 | Por Acción FamiliaHubo un tiempo en el que la gente leía libros. De hecho la gente aún lo hace, pero la tendencia de la generación más joven y de la futura está cambiando drásticamente.
Hubo un tiempo en el que la gente leía libros. De hecho la gente aún lo hace, pero la tendencia de la generación más joven y de la futura está cambiando drásticamente.
A los plebeyos retirados en el Monte Sagrado, el patricio Menenius Agrippa relata el apólogo siguiente: “En los tiempos en que no reinaba todavía la armonía en el cuerpo humano, y donde cada miembro tenía su libre acción, todas las partes del cuerpo se indignaron de que todos sus esfuerzos no condujesen sino a satisfacer
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Según San Buenaventura, existe una semejanza entre el Creador y la criatura. Es esta similitud la que nos permite elevarnos hasta Dios por medio de las criaturas, y es en este gran anhelo de elevación que se debe encontrar el lugar del arte
Fe y recomposición moral de las élites: la solución para el gravísimo problema de la corrupción que se extiende, dejando al país en una dramática situación y al pueblo escandalizado.
El Estado existe para salvaguardar el orden general, permitiendo a los organismos intermedios de la familia, la comunidad y la región que se desarrollen libres de su control. Una Constitución que no tome en cuenta los valores cristianos de la sociedad camina hacia un Estado omnipotente y una tiranía.
Todas las épocas de decadencia presentan síntomas análogos. Digo análogos, porque ellos pueden tener una mayor o menor intensidad. A mayor decadencia, más agudos son los síntomas. Es así que este texto, escrito en 1850, puede ser aplicado con mayor propiedad a nuestra época. ¡Civilización! una gran palabra de la que se abusa, y cuyo
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Un mundo que abandona la ley natural y la moral, enloquece. Se venden muñecas no para niñas sino para mujeres adultas que no han tenido hijos o los han abortado.
Amplios e influyentes sectores de nuestra sociedad, afrontan su futuro personal y social como si Dios no existiese y no hubiese intervenido para nada en la historia humana. La consecuencia de esta “cerrazón inmanentista es la soledad del hombre: sin Dios se queda solo”
Las instituciones católicas, sobre todo por su tarea sobrenatural, tienen una fortaleza extraordinaria: nunca pueden ser derribadas si quienes las representan son enteramente fieles a su deber
Presenciamos un proceso acelerado de descristianización de la sociedad y de imposición de falsos valores paganos. La consecuente persecución va creciendo y se dirige contra quienes quieran permanecer fieles a las enseñanzas auténticamente católicas.