El pasado mes de Agosto entrará en la historia marcado por dos acontecimientos que probablemente cambiarán su curso: la irrupción de dos potencias comunistas en el escenario mundial.
Los Juegos Olímpicos
El primero, fue el de los Juegos Olímpicos en China. El mundo entero dio con este acontecimiento un espaldarazo al gigante comunista, construido con el oro de Occidente y la sangre de los chinos.
Las justificaciones hipócritas de los Gobiernos, del Comité Olímpico Internacional y de muchos medios de comunicación que sostenían que los Juegos Olímpicos ayudarían a la “apertura” de China, se han visto desmentidas por los hechos, aún durante el evento.
Y no sólo esto. Algunos comentaristas internacionales han destacado que los Juegos fueron la plataforma ideal para que el Partido Comunista saliera fortalecido
ante los chinos y para comunicar al mundo que China se levanta como potencia mundial. Una potencia de tiranía, trucos y mentiras, pero que ha sido prestigiada por la asistencia de 80 líderes mundiales.
Esta “legitimación” del PC chino consolidará la fórmula que combina inversión extranjera con represión y trabajo esclavo, incluso de millares de niños. Además, el silencio guardado por Occidente sobre la persecución religiosa, autorizará su consolidación y ampliación.
La invasión de Georgia
Es esos mismos días, la invasión de Georgia por Rusia dejó claro que ésta no desea continuar siendo una ex”potencia y que, enriquecida por la venta de petróleo y gas a Europa, podrá volver a imponer a muchos pueblos la tiranía comunista.
La brutalidad de la política interna y externa de que ha dado muestras Rusia hizo que los países que fueron subyugados por la URSS se precipitaran a refugiarse bajo el paraguas militar de Occidente y de la OTAN.
Pero esta política rusa, es un juego peligroso. Gorvachev declaró a la agencia rusa Itar”Tass, que la situación “provocada por los acontecimientos del Cáucaso movilizó mecanismos políticos y militares en Estados Unidos, en Europa y en Rusia. El peligro de una nueva división surgió y la amenaza de un cataclismo mundial aumenta“.
Por su parte, Zbigniew Brzezinski, considerado uno de los más prestigiosos analistas en política exterior americana del mundo, declaró:
«Lo que está fundamentalmente en juego es el tipo de rol que Rusia quiere recuperar en el nuevo sistema internacional. Desgraciadamente, Putin está conduciendo a Rusia por un camino que recuerda mucho al de Stalin y de Hitler al fin de los años treinta.
“El Ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, Carl Bilt, ha subrayado el paralelo entre la «justificación» de Putin para desmembrar a Georgia y las tácticas de Hitler en Checoslovaquia, para «liberar» a los alemanes Sudetos”. (Los Sudetos era una región de Checoslovaquia que Hitler anexó al Reich, alegando que son de origen alemán.)
“Aún más amenazadora es la analogía entre lo que Putin está haciendo en Georgia y lo que hizo Stalin en Finlandia, es decir, subvertir con el uso de la fuerza la soberanía de un pequeño estado vecino. Para todos los efectos, morales y estratégicos, Georgia es la Finlandia de nuestros días.
“La cuestión que hoy debe enfrentar la comunidad internacional es cómo reaccionar frente a una Rusia que recurre descaradamente al uso de la fuerza, con un más vasto designio imperial en mente: restaurar el territorio ex soviético bajo el dominio del Kremlin e impedir al Occidente el acceso al Mar Caspio y a Asia central, gracias al control sobre el oleoducto Baku/Ceyhan que atraviesa Georgia.
“Si Georgia capitula, no sólo el Occidente se verá expulsado del Mar Caspio y de Asia central, sino que podemos prever lógicamente que Putin, si no encuentra obstáculos, usará la misma táctica en relación a Ucrania, país contra el cual ya ha dirigido amenazas».(Il Corriére de la Sera, 19/08/2008)
¿Hacia una III Guerra Mundial?
En otras palabras, ¿Occidente seguirá en relación a Rusia la política suicida que Daladier y Chamberlain siguieron en relación a Hitler? Cuando estos representantes de los gobiernos de Inglaterra y de Francia aceptaron en Munich la anexión realizada por Hitler de los Sudetos, Churchill exclamó: «Teníais para escoger entre la vergüenza y la guerra; escogisteis la vergüenza y tendréis la guerra“.
Esperamos que la historia no se repita…