La TFP estadounidense hace un llamado al presidente Joseph Biden y a los líderes políticos de todo el mundo para que castiguen enérgicamente a Rusia por su guerra injusta y ayuden a Ucrania de manera inmediata, militar y económicamente, poniendo fin a la injustificable invasión.
La Sociedad Estadounidense para la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad (TFP) denuncia y condena categóricamente la guerra injusta del presidente Vladimir Putin contra Ucrania e insta a la Federación Rusa a que retire inmediatamente sus tropas a sus cuarteles e indemnice al pueblo ucraniano por sus pérdidas.
La TFP estadounidense felicita al presidente Volodymyr Zelenskyy y al pueblo ucraniano por su noble y heroica resistencia en defensa de su patria.
La TFP estadounidense hace un llamado al presidente Joseph Biden y a los líderes políticos de todo el mundo para que castiguen enérgicamente a Rusia por su guerra injusta y ayuden de manera inmediata y poderosa a Ucrania militar y económicamente, poniendo fin rápidamente a la injustificable invasión.
La obligación de Estados Unidos y el mundo de ayudar a Ucrania y castigar a la Federación Rusa por su guerra injusta no se deriva solo de los tratados y otros acuerdos internacionales. Más bien, proviene de la ley natural y las virtudes de la justicia y la caridad, que todos, incluidas las naciones, tienen el deber de defender siempre y en todas partes en la medida de lo posible.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, el Papa Pío XII recordó a las naciones este serio deber:
Una cosa es cierta: el precepto de la paz es de derecho divino. Su fin es la tutela de los bienes de la humanidad, como bienes del Creador. Algunos de estos bienes son tan cruciales para la convivencia humana que su defensa frente a agresiones injustas es, sin duda, plenamente legítima. En esta defensa se requiere la solidaridad de las naciones. Tienen el deber de no dejar abandonadas a las personas agredidas. La certeza de que se cumplirá este deber servirá para desalentar al agresor y, por tanto, para evitar la guerra, o al menos, en el peor de los casos, para acortar el sufrimiento.
(Pío XII, “Mensaje radial de Navidad”, 24 de diciembre de 1948).
Ucrania tenía derecho a liberarse del comunismo en 1991. Ucrania tiene derecho a permanecer libre hoy, negándose a ser esclavizada por el nacionalismo postcomunista, cosmista y paneslavo de Putin.
Parece que más allá de conquistar Ucrania, el objetivo estratégico de Vladimir Putin en esta guerra injusta es destruir la hegemonía del Occidente cristiano. Desde esta perspectiva, la inacción estadounidense solo le hace el juego al tirano, mientras que defender la justicia al socorrer a la víctima inocente de esta agresión inmoral atraerá la misericordia de Dios sobre nuestra nación pecadora.
En consecuencia, la TFP estadounidense denuncia el aislacionismo erróneo y el autoengaño de incontables conservadores estadounidenses que excusan el autoritarismo indefendible de Putin porque eligen ver, en este ex coronel de la KGB, a un nuevo Carlomagno o Constantino con la misión de Dios de restaurar la cristiandad.
La TFP estadounidense llama al Papa Francisco a denunciar la guerra injusta de Rusia aprovechando este momento histórico para consagrar Rusia al Inmaculado Corazón de María, en unión con todos los obispos católicos del mundo, en los términos exactos solicitados por la Madre de Dios en Fátima, en 1917.
Además, y tal como lo solicitó Nuestra Señora en esa ocasión, la TFP estadounidense llama a todos los católicos estadounidenses a rezar el Rosario diariamente, implorando a Dios que intervenga, dando a Ucrania la victoria en esta guerra injusta, y que Rusia finalmente se convierta de sus errores.
Por último, la TFP estadounidense suplica a Nuestra Señora de Zarvanytsia que proteja e interceda por los valerosos católicos de Ucrania y traiga a todos los ucranianos al redil de la única y verdadera iglesia de su Divino Hijo, la Santa, Romana, Católica y Apostólica Iglesia, como lo deseó ardientemente Santa Olga de Kiev, su nieto San Vladimir el Grande, San Josafat el Mártir y las millones de víctimas de la persecución comunista soviética, incluido el Beato Klymentiy Sheptytsky.
La TFP norteamericana – 27 de febrero de 2022