La ofensiva laica a escala mundial, basándose en el principio de la laicidad del Estado, quiere prohibir la enseñanza religiosa en las escuelas. Esta vez, Brasil, el país con mayor población católica del mundo, es la víctima.
Brasilia – La vice-procuradora general de la República, Deborah Duprat, solicitó la semana pasada al Supremo Tribunal Federal (STF) que deje claro que la enseñanza religiosa en las escuelas públicas sólo puede ser de naturaleza no-confesional.
En la acción directa de inconstitucionalidad dirigida al STF, Deborah sustenta que debe ser prohibido el contratar profesores en la calidad de representantes de determinadas confesiones. Para ella, las clases deben exponer las doctrinas, las prácticas, la historia y las dimensiones de las diferentes religiones. Ella afirma que el Estado es laico y los educadores deben ser profesores regulares de la red pública de enseñanza y no personas vinculadas a determinadas iglesias o confesiones religiosas.
«La escuela pública no es lugar para la enseñanza confesional o interconfesional o ecuménica, pues ésta, aunque no promueve una confesión específica, tiene como finalidad inculcar a los alumnos principios y valores religiosos compartidos por la mayoría, con perjuicio de las visiones ateas, agnósticas, o de religiones con menor poder en la esfera sociopolítica«, dijo la vice–procuradora.
Fuente: O Estado de S. Paulo, 9 de agosto de 2010