La belleza formaba parte de la vida en diferentes culturas y épocas. El mundo contemporáneo rechaza todo lo que es extraordinario, todo lo que es maravilloso, todo lo que es virtuoso, recto, noble o bello a cualquier título.
En el tiempo en que todo el mundo era pagano, ellos tenían religiones abyectas, pero ellos en alabanza de sus dioses a menudo construían bellos templos, hacían obras de arte, obras literarias, etc., que tenían una gran belleza, un gran valor. La propia mitología griega y romana, llena de mentiras y bobadas como estaba, tenía algunas cosas que enseñaban sabiduría.
En fin, en aquel «bric-a-brac» de locuras, algunas cosas se aprovechan, y de gran valor.
Formación en el amor a lo bello, deber de los padres
En general, los espíritus eran propensos a admitir que lo maravilloso puede intervenir corrientemente en la vida humana. Así que tuvieron grandes héroes, que admiraban; tenían grandes reyes, que reverenciaban; tenían grandes poetas, que aclamaban; todo cuanto era grande les atraía la atención y la reverencia. Ellos tenían una noción de que la vida humana sin lo maravilloso no es habitable y que es un absurdo, razón por la cual estaban abiertos para acciones también maravillosas de Dios que de repente cambiarían todas las cosas.
Decir que lo maravilloso no existe, y que es una mentira, es una forma de decir que Dios no existe. Y el mundo contemporáneo rechaza de modo completo todo lo que es extraordinario, todo lo que es maravilloso, todo lo que es virtuoso, recto, noble o bello a cualquier título.
Conferencia del 7.8.1991, sin revisión del autor