En pleno Moscú manifestantes desfilan contra ocupación de Crimea

En 1938 la Alemania nazi invadió Checoslovaquia, con el consentimiento más o menos tácito de Francia e Inglaterra.

76 años después nos encontramos frente a un escenario similar. Veamos.

Alemania afirmaba que el territorio donde vivían los alemanes residentes en Checoslovaquia (sudetes) debía pertenecerle. Francia e Inglaterra aceptaron en los acuerdos de Munich que se realizara un plebiscito en ese país en ese sentido, sin consultar al interesado. Además, Francia violaba así el tratado de defensa mutua que tenía con Checoslovaquia.

La ocupación alemana se realizó del 1 al 10 de octubre de 1938, restándole con ello cerca de 30.000 km² a Checoslovaquia, sin que las otras potencias europeas reaccionaran. Tras ello, la mayor parte de la población checa fue expulsada de la región. A finales de 1938 desaparece el Partido Alemán de los Sudetes y se fusiona con el Partido Nazi Alemán. En marzo de 1939 Alemania ocupa el resto de Checoslovaquia.

Ante la invasión de Ucrania por Rusia, el ministro de relaciones exteriores británico, William Hague, afirmó que «El mundo no puede en efecto decir O.K. a la violación de esta manera de la soberanía de otra nación».

Su par ruso, Sergey Lavrov, respondió que el uso de las tropas rusas es necesario «hasta la normalización de la situación política» en Ucrania, dijo Lavrov en la apertura de una sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra. «Estamos hablando aquí acerca de la protección de nuestros ciudadanos y compatriotas, sobre la protección de los más fundamentales de los derechos humanos – El derecho a vivir, y nada más«, pero no especificó qué amenazas enfrentan los ciudadanos rusos de Ucrania. (Fuente: The New York Times, 03/03/2014).

Es decir el pretexto es exactamente el mismo que el utilizado por Hitler: la protección de los ciudadanos de su país. ¿Cuál es la amenaza o los malos tratos que sufren estos ciudadanos? No se especifica, pero se invade el país…

¿Las potencias occidentales tomarán nuevamente la ciega actitud de Munich? El silencio de Occidente frente al aplastamiento de Georgia está dando sus primeros frutos amargos.

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