Los movimientos anarquistas actuales adoptan una ideología amoral y rechazan toda civilización. Son los neo bárbaros. Se trata de los frutos de la apostasía que son peores que los del paganismo.
El bárbaro pagano
Por lo general, este bárbaro está semidesnudo y solo ocasionalmente está cubierto, como aquí; con todo el cuerpo reflejando la dura y brutal lucha con un medio inclemente y materialmente más fuerte.
En su rostro, las cicatrices de los horribles procedimientos a los que se ha expuesto para «embellecerse», este pobre hijo de las selvas, marcado solo ligeramente por el toque de la civilización, expresa la exuberancia nativa de la naturaleza humana rebelde: instintos groseros, a veces brutales. A veces también generosos.
Los dedos del caos y los dedos de Dios
Es el bárbaro, el pagano, cuya naturaleza no se ha beneficiado de la acción divina de la Iglesia, ni del suave influjo ascético de la civilización cristiana.
A pesar de su apariencia, que haría temblar a los niños, infunde lástima: es más un niño exuberante y sin educación que un malhechor.
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El neobárbaro pagano
Jóvenes comunistas en una manifestación en Berlín.
Las fisonomías impregnadas de odio, en las que trasparece todo cuanto de siniestro puede tener la naturaleza humana, hecha más determinada por un tipo de educación, que asume tendencias y matices en cada persona.
Odio, desconfianza, ausencia de cualquier sentimiento que eleve, dignifique, suavice; capacidad de destruir. Nunca de construir. Lucidez y estabilidad extraordinarias en este terrible estado mental, que se muestra aún más impactante en las fisonomía femeninas que en las masculinas: es la propia alma del comunismo que se refleja en los rostros de estos jóvenes, víctimas de la propaganda infernal de Moscú.
Es la neobarbarie de esta era de neopaganismo. El hombre cuya alma está adulterada por principios completamente erróneos, los instintos desenfrenados por una ideología amoral y que con las armas forjadas por la civilización, se vuelve contra la misma civilización.
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¿Cuál de los dos es más terrible? ¡Pregunta ociosa!
Los frutos de la apostasía son peores que los del paganismo. Porque puede no haber error al ignorar la verdad: siempre hay un error al rechazarla.
El movimiento comunista, llevado a cabo en las naciones cristianas, es una apostasía. Y como tal conlleva mucha más culpa ante Dios.
Cargado con mayor culpa, con más armas mortales, ¿cómo podría no ser más terrible?
P «Catolicismo» No. 19 – julio de 1952
