Los sacerdotes afirman que la doctrina y la práctica deben “permanecer en armonía firme e inseparable”.
Casi 500 sacerdotes de lo más granado de la Iglesia en Inglaterra y Gales han publicado una carta suplicando a los «padres sinodales» que hagan una “clara y firme proclamación” confirmando las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio.
En una carta publicada por el Catholic Herald, los sacerdotes escriben:
«Deseamos, como sacerdotes católicos volver a afirmar nuestra fidelidad inquebrantable a la doctrina tradicional sobre el matrimonio y el verdadero significado de la sexualidad humana, fundada en la Palabra de Dios y enseñada por el Magisterio de la Iglesia durante dos milenios”.
El Sínodo extraordinario del año pasado provocó un acalorado debate sobre la cuestión de si pueden recibir la Sangrada Comunión los católicos vueltos a casar – una propuesta presentada por Cardenal alemán Walter Kasper.
En lo que se considera como un paso sin precedentes, 461 sacerdotes en el Reino Unido se han unido para instar a los participantes sinodales a resistir a la propuesta.
Agregan: «Afirmamos la importancia de mantener la disciplina tradicional de la Iglesia con respecto a la recepción de los sacramentos, y que la doctrina y la práctica continúen firme e inseparablemente en armonía”.
Un signatario, que pidió permanecer en el anonimato, afirmó que no «ha habido una cierta presión para no firmar la carta y de hecho un grado de intimidación por parte de algunos clérigos de alto rango».
Otro sacerdote, que también pidió no ser identificado, dijo que el tema de la Comunión para los recasados era «una cuestión de preocupación pastoral y de fidelidad al Evangelio». Y agregó:
«La misericordia requiere tanto el amor como la verdad. Hay mucho en juego. No todos los sacerdotes se sentirían cómodos expresándose en una carta abierta, pero yo estaría muy preocupado si hubiera sacerdotes que estuvieran en desacuerdo con las opiniones que contiene.
«La carta llama a la fidelidad a la doctrina católica, y que la práctica debe seguir siendo ‘inseparablemente en armonía» con la doctrina. Los sacerdotes afirman que siguen comprometidos a ayudar a «los que luchan por seguir el Evangelio en una sociedad cada vez más laica», pero implica que aquellas parejas y familias que han permanecido fieles no están siendo adecuadamente apoyados o alentados”.
Signatarios notables a la carta incluyen teólogos P. Aidan Nichols y el P. John Saward, y el físico de Oxford P. Andrew Pinsent. P. Robert Billing, portavoz de la diócesis de Lancaster, el P. Tim Finigan, blogger y columnista del Catholic Herald, y el P. Julián Large, rector del Oratorio de Londres.
Los sacerdotes concluyen la carta instando a todos los participantes en el próximo sínodo «a hacer una clara y firme proclamación de la enseñanza moral inmutable de la Iglesia, para que la confusión pueda ser eliminada, y la fe confirmada”.
Hablando recientemente en la presentación de su nuevo libro, La revolución de la ternura y el amor del Papa Francisco, el cardenal Kasper dijo que los católicos deberían dejar que sus obispos conozcan sus esperanzas y preocupaciones sobre el Sínodo. Pero aún más importante es que oren para que el Espíritu Santo guíe las deliberaciones de los obispos.
Él afirmó: «Todos debemos orar porque está en curso una batalla. Esperamos que el Sínodo será capaz de encontrar una respuesta común, con una gran mayoría, lo que no será una ruptura con la tradición, sino una doctrina que es un desarrollo de la tradición”.
El texto completo de la carta es el siguiente:
“Tras el Sínodo Extraordinario de los Obispos en Roma, en octubre 2014, ha surgido mucha confusión con relación a la enseñanza moral católica. En esta situación deseamos, como sacerdotes católicos, reafirmar nuestra fidelidad inquebrantable a las doctrinas tradicionales sobre el matrimonio y el verdadero significado de la sexualidad humana, fundadas en la Palabra de Dios y enseñada por el Magisterio de la Iglesia durante dos milenios.
“Nos comprometemos nuevamente a la tarea de presentar esta enseñanza en toda su plenitud, acercándonos con la compasión del Señor a los que luchan por responder a las exigencias y desafíos del Evangelio en una sociedad cada vez más laica. Además afirmamos la importancia de mantener la disciplina tradicional de la Iglesia con respecto a la recepción de los sacramentos, y que la doctrina y la práctica sigan firme e inseparablemente en armonía.
“Instamos a todos los que van a participar en el segundo Sínodo en octubre de 2015 a hacer una proclamación clara y firme de la enseñanza moral inmutable de la Iglesia, para que la confusión pueda ser eliminada, y la fe confirmada”.
“Atentamente,
(Siguen las firmas de los 461 sacerdotes)