La mal llamada «tolerancia» produce amargos frutos en Europa.
El 26 julio próximo será discutido un proyecto de ley contra la «homofobia» en el Palacio Montecitorio, sede de la Cámara de Diputados italiana.
Además de un agravamiento de las penas previstas por violencias o discriminaciones reales contra las personas homosexuales, el proyecto prevé sobre todo introducir en la legislación italiana la noción de «identidad de género», así como penas dignas de las más feroces dictaduras contra quien ose oponerse, por ejemplo, al matrimonio homosexual o a la ideología propagada por el lobby LGBT.
Según el texto, podrá ser castigado con 18 meses de prisión quien «incite a cometer o cometa actos de discriminación fundados en la orientación sexual o la identidad de género de la víctima». Además prevé seis meses a cuatro años de prisión por participar de asociaciones que critiquen la homosexualidad y de 1 a 6 años por fundar o presidir tales asociaciones.
Según el cotidiano Avvenire, propiedad de los Obispos, podrán ser hechos procesos ante los tribunales contra asociaciones religiosas que denuncien públicamente el acto homosexual como un pecado.
La asociación «Giuristi per la Vita» alertó sobre las consecuencias nefastas de esta ley y lanzó una campaña de peticiones en Internet. Además, fueron presentadas centenas de modificaciones para corregir los efectos más perversos de este proyecto de ley, denunciado también por los partidarios del antiguo primer ministro centrista Mario Monti y por el Polo de la Libertad de Silvio Berlusconi.
Fuente: Federación pro Europa Cristiana