Este extracto de un artículo, aparecido en el periódico “La Croix”, nos muestra la eficacia de una sana reacción. También es un aviso a nuestros políticos para que entiendan que lo “políticamente correcto”, propagado por los medios de comunicación, no refleja a la verdadera opinión pública.

La lucha contra la ley de «matrimonio» homosexual no se detendrá

Mientras Hollande prometió pacificar el país, el proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual, aprobado el 23 de abril por 331 votos a favor, 225 en contra y 10 abstenciones, ha creado una profunda división en la opinión pública.

Los cantos de victoria que acompañaron a la izquierda desde el 23 de abril no ocultan las dificultades para el Gobierno. Es verdad que François Hollande ha mantenido el compromiso N º 31 de su programa presidencial, que incluyó la apertura del derecho al matrimonio y a la adopción a las parejas del mismo sexo. Pero ¡a qué precio!

Nadie había previsto la movilización popular que ha hecho bajar a las calles a cientos de miles de personas durante meses. Para el politólogo Laurent Bouvet, el poder mostró una torpeza «catastrófica».

Radicalización

«El jefe de esta radicalización (…) es François Hollande», ha acusado en la cadena de televisión Europa I, el diputado Bruno Le Maire.

El Director General del Instituto de pesquisas Ipsos, Brice Teinturier, reconoce que Francia salió profundamente dividida de estos meses de enfrentamientos entre los pro y anti-matrimonio.

Derecha fortalecida

Los políticos han tratado de subirse a un movimiento que se desarrolló por primera vez fuera de la política, sobre todo en las redes católicas.

En los últimos días, varios responsables de la movilización dieron cita a los candidatos de la oposición a las próximas elecciones de 2014, dándoles una especie de ultimátum. Los candidatos que no se comprometan formalmente a derribar la ley Taubira no deberán contar con sus votos …

Todos los científicos políticos están de acuerdo en que, a largo plazo, esta larga lucha contra el “matrimonio” homosexual ofrece a la derecha un vivero de futuros líderes que han descubierto, en esta ocasión, el virus de compromiso político. «El PACS fue un marcador de la izquierda, la boda será, por el contrario, un marcador a la derecha,» dijo Brice Teinturier.

La Croix, Marlene Awaad