El periódico norteamericano “The Washington Times” estampó en su editorial de (09/04/12), bajo el titulo «El modelo brasileño de Obama», una crítica que vale por una denuncia.
Dice textualmente la nota: «La Señora Rousseff [Presidenta de Brasil] es un ejemplo de la izquierda radical anti-norteamericana que se está uniendo en el mundo desarrollado para oponerse al poderío norteamericano. Uno de los principales objetivos de su misión en Washington es obtener que el Sr. Obama aprobación para la ambición de Brasilia de obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El apoyo de los Estados Unidos a este esquema sería autodestructivo, pues Brasil sería un voto seguro contra los intereses norteamericanos en el escenario mundial. La Señora Rousseff, ella misma una ex guerrillera comunista, ha dado un fuerte apoyo a la dictaduras anti-EE.UU., como la de los Castro en Cuba y de Hugo Chávez en Venezuela. Como líder de un club de naciones que ejercen presiones para el desarme nuclear de los EE. UU., apoyó los esfuerzos de los mulás iraníes para obtener capacidad nuclear.
El artículo continúa diciendo que el Sr. Obama no tiene nada que aprender de la líder brasileña en el campo económico, ya que este gobierno ha realizado un giro en esa materia, tomando medidas drásticas contra el mercado, aumentando la burocracia y los gastos estatales.
Y finalmente agrega que «interesa a los norteamericanos conocer las travesuras amazónicas, pues la opresión de Brasilia sobre su pueblo y su economía es una advertencia sobre el peligro del poder irrestricto de gobierno para la democracia». Y da como ejemplo: «La creciente persecución al grupo conservador Tradición, Familia y Propiedad (TFP) muestra los peligros de disentir en un mundo que se seculariza rápidamente. Fundada en 1960, para combatir al comunismo y promover los valores tradicionales, la TFP -que es muy conocida en los círculos de Washington a través de su actuante hermana norteamericana- es la principal opositora a las prioridades de la izquierda, como el aborto, la censura y las leyes que inhiben los derechos de propiedad. Por el hecho de interponerse en el camino del Big Brother, el gobierno ha perseguido a la TFP. Más recientemente, el Superior Tribunal de Justicia, una de las altas cortes de Brasil, juzgó a favor de un grupo disidente, los Heraldos del Evangelio. La medida, que ocurrió bajo fuerte presión de las autoridades de la Iglesia, incluyendo al Nuncio Apostólico del Vaticano, está efectivamente amordazando a la TFP al entregar sus bienes a disidentes de izquierda.
Este asunto interesa porque ahora Brasil es la sexta economía del mundo y el líder de la coalición de países de segundo nivel que procuran vengarse de los años de pretendido imperialismo del «primer mundo» occidental. Brasilia también muestra cómo las burocracias de izquierda se movilizan para reprimir a los disidentes mediante la censura y confiscación de bienes cuando ellos realizan una oposición pública.
Fuente: http://www.washingtontimes.com/news/2012/apr/9/obamas-brazilian-model/