Chile en la encrucijada
Con el atentado sacrílego contra la imagen de Nuestra Señora del Carmen entramos en una nueva etapa de nuestra historia nacional. Hay un «antes» y un «después». Ese “después” depende de nosotros, depende de Ud.
La Imagen de Nuestra Señora del Carmen, Reina y Patrona de Chile, fue quemada por manos sacrílegas. La opinión pública chilena quedó atónita ante este atentado, que constituye un síntoma del estado moral de nuestro país y al mismo tiempo es una grave advertencia.
El que haya sido ejecutado por una persona enferma o no, es irrelevante. El hecho no puede ser visto como una casualidad: para el católico no existe la casualidad. La Providencia Divina dirige todos los acontecimientos, por acción o por permisión.
¿Por qué la Providencia permitió este sacrilegio? ¿Qué quiso decirnos la Santísima Virgen permitiendo este hecho?
Estamos asistiendo en nuestro País a una demolición sistemática de los principios cristianos, especialmente en lo que se refiere a la institución de la Familia. Nuestra Reina está siendo destronada en las leyes, en las costumbres y en las mentalidades de los chilenos de hoy.
El relativismo moral que padecemos, hace posible que una multitud de leyes y de proyectos de ley hayan sido o estén siendo aprobados. El divorcio; el aborto; las uniones homosexuales; la erosión de la patria potestad; la educación sexual permisiva; los programas de televisión en donde compiten la inmoralidad, la vulgaridad y la violencia; la delincuencia impune y dominante; la violencia en sus varias formas; todo eso forma un cuadro de un país que se degrada.
¿Debemos asistir impávidos a esta demolición o podemos y debemos hacer algo?
Una solución divina para el agravamiento de nuestros problemas
In 1946, el sacerdote Petrus Pavlicek realizó una peregrinación a un santuario mariano en Austria. Estando en oración, oyó una voz interior que le decía: «Haz lo que te digo y habrá paz«.
Como Ud. sabe, después de la II Guerra Mundial, Austria fue dividida entre los Aliados y la Unión Soviética. Esta última se quedó con la parte más rica del país, incluyendo la ciudad de Viena.
Los austriacos fueron sometidos a todas las atrocidades propias a la ocupación comunista. Como es natural, ellos deseaban ardientemente verse libres nuevamente, mas no había un movimiento de peso para lograrlo.
El Padre Pavlicek obedeció a Nuestra Señora y fundó la Santa Cruzada de Reparación, en 1947. La Cruzada invitaba a los fieles a juntarse para rezar el Rosario en procesión por las calles de Viena. La oración estaba destinada a pedir la liberación del comunismo.
Las procesiones comenzaron siendo pequeñas, casi como un arroyo. Pero fueron creciendo constantemente en tamaño y frecuencia. Ellas se propagaron por todo el país y, ya en 1955, con frecuencia llegaban a contar con medio millón de personas, lo que era el 10% de la población de Austria.
En 1955, de modo milagroso, las tropas soviéticas salieron de Austria, sin explicación. La Santísima Virgen cumplió estrictamente su promesa.
Y lo hará también por Chile, si cumplimos lo que Ella pide: luto, lucha y oración.
No son los tanques soviéticos los que están aplastando a nuestro País. Mil veces peor que los tanques, está en curso entre nosotros una demolición moral avasalladora, multifacética y al mismo tiempo impalpable, capaz de hundir o hacer desaparecer una nación.
La única solución para esa situación es volver nuestros ojos a nuestra Reina y Madre, pidiéndole que nos auxilie.
Imitemos el ejemplo de Austria y, con la “fe que mueve montañas” que recomendó Nuestro Señor. Oremos con insistencia a quien es la Reina de los Corazones para que intervenga y cambie nuestros corazones; para que experimentemos una verdadera conversión y nos volvamos hacia su Divino Hijo, fuente de todo orden y de toda paz verdadera.
Acción Familia llama a todos los chilenos a unirse a esta Cruzada de Oraciones, de pedido de auxilio y de reparación, rezando el Santo Rosario en familia. La familia es la base de la sociedad y “La familia que reza unida, permanece unida“.
¿En qué consiste esta Cruzada? ¿Qué esperamos de Ud.?
1.- Comprométase a rezar el Rosario en familia o individualmente, al menos una vez por semana.
2.- Hágase propagandista de esta campaña, reclutando a diez personas, que se comprometan a hacer lo mismo.
3.- Inscríbase aquí para participar activamente en esta Cruzada. Necesitamos poder permanecer en contacto con quienes se comprometan en esta Cruzada. Quizá podamos llegar a imitar la iniciativa del Padre Pavlicek, dando pública manifestación de nuestra Fe y de nuestro desacuerdo con los rumbos que están imponiendo a Chile.
Nuestra Señora triunfó en 1955 y puede triunfar nuevamente sobre todos estos males. Ella puede triunfar en Chile. Pero quiere su ayuda. ¿Ud. sería capaz de no responder a Su llamado?
¿No querría apoyar lo que Dios quiere que sea una realidad creciente, convirtiéndose en un propagandista de esta Cruzada? ¡Es tan fácil hacerlo!
Inscríbase ahora y asuma este compromiso con la Santísima Virgen