La prensa chilena ha publicado con gran destaque la noticia de que la revista Time clasificó a la Presidenta Bachelet entre los líderes políticos mas influyentes.
Uno puede preguntarse qué valor tiene esta clasificación dado que, por ejemplo, Bush es colocado en el tercer lugar, siendo que, según el diario El País de España, su gestión tiene un 71% de rechazo en la opinión pública de su país. En el caso del pre candidato Obama también se registra una caída de prestigio en su propio partido (de 75% a 51%). Por lo demás, la influencia política de un precandidato es algo muy discutible.
Para no entrar en otros análisis, el caso de la Presidenta Bachelet resulta sorprendente, especialmente para los chilenos que hemos tenido que presenciar un desgobierno manifiesto durante toda su gestión.
De la pregunta sobre el valor de esta clasificación de la revista Time, pasamos a otra pregunta: ¿Cuál es la finalidad de esta publicación? Quizá los grandes medios de comunicación, tan afines con la izquierda, estén desesperados por los sucesivos fracasos electorales de los socialistas y social-demócratas en Europa. En Francia, han venido perdiendo las últimas elecciones presidenciales.
Recientemente, en Italia, la victoria de Berlusconi y el posterior triunfo de un «derechista» para la alcaldía de Roma, cargo que la izquierda venía dominando desde hace 40 años, ha puesto a los socialistas en una situación sin salida.
Por más que el PS francés acabe de renunciar a la lucha de clases y aceptar la economía de mercado,(Cfr. Le Monde, 22/04/08, «De la lute de classes, au rassemblement») usando un discurso ambiguo, parece que los tiempos van cambiando para las izquierdas en el mundo. Hace 40 años, la Revolución de la Sorbonne parecía mostrar que el socialismo, y su punta de lanza el anarquismo, dominarían el mundo.