Probablemente, Ud. se habrá preocupado de dejar su casa bien cerrada, antes de salir de vacaciones con su familia; quizás haya comprado una alarma especial para ella; e incluso es posible que se haya inscrito en el programa “verano seguro” de su municipalidad.
Esta formas de protección deben de haber contribuido para que Ud. tuviera un descanso más tranquilo, pues considera justamente que su casa, los valores que guarda, el auto que dejó en el garaje, en una palabra, sus propiedades, le pertenecen legítimamente, pues son frutos de su trabajo.
Pero, ¿qué diría Ud. si viese que quienes dirigen el País abren las puertas a los demoledores de la propiedad privada, afirmando que ella no es sino el fruto del egoísmo de los que tienen sobre los que no tienen?
Sí. Como veremos, mientras unos, como Ud., cierran su casas con cuidado, otros están intentando “romper los cercos legales” que protegen el derecho de propiedad de todos los chilenos. Y el día en que esos “cercos legales” estén totalmente rotos, una nueva gran crisis nacional habrá estallado.
La agitación sindical
Para la izquierda, el orden jurídico vigente, principalmente en lo relacionado con los derechos del trabajador, está viciado por un principio injusto, que concede todas las ventajas a los patrones y las niega a los trabajadores.
Tal situación, según la lógica marxista, es una pesada herencia del gobierno militar, porque éste, después de las “conquistas sociales” de la UP, las anuló el 11 de septiembre de 1973. En aquella supuesta época “áurea” de las “conquistas sociales”, bastaba que se decretase un paro para que el Gobierno interviniese la empresa y la “nacionalizase”, de modo que ésta pasaba al control del sindicato que había organizado el conflicto.
Los traumas y la miseria que tal situación produjo en la economía y la consecuente catástrofe nacional causaron un vuelco en la situación de Chile, por efecto del cual las leyes volvieron a proteger al propietario y así incontables trabajadores tuvieron acceso a la propiedad, significando todo esto una notable recuperación del País.
¿Una recuperación definitiva?
Pasados ya casi cuatro gobiernos de la Concertación, en cerca de 20 años, afirman los agitadores, tal situación no se revirtió en lo sustancial.
En realidad, los sucesivos gobiernos de la Concertación se dedicaron principalmente a promover un “cambio cultural” que afectó a las bases morales del País, en especial a la Familia, a través de la introducción del divorcio y de los llamados Derechos sexuales y reproductivos, sin pretender modificar de inmediato las relaciones laborales. (cf. “La Revolución cultural: un smog que envenena la familia chilena“, Acción Familia, 2001).
Sin embargo, ahora, una vez que la opinión pública parece suficientemente “madura”, (entiéndase no reactiva), tanto las autoridades gubernamentales cuanto los líderes sindicales socialistas consideran que estaríamos en condiciones de comenzar los cambios en el “Estado de Derecho”.
Y para ello nada más fácil que reeditar el sistema clásico de “concientización, agitación y movilización”, todo rumbo a una nueva “revolución”.
Las movilizaciones…
“Codelco, Aguas Claras, Pacific Nut, Agrosuper, Max Agro… suma y sigue… El mundo empresarial denuncia en forma reiterada las motivaciones políticas detrás de muchas de estas movilizaciones” (cf. “El Mercurio”, 25 de enero de 2008), o sea, la demoledora escalada socialista rumbo al estallido revolucionario.
Tales sospechas son justificadas, una vez que la misma mano del Partido Comunista, aparece en casi todas ellas.
En efecto, desde la producción minera de Codelco -afectada seriamente por los paros de más de un mes, a mediados del año pasado- pasando por el paro de 3000 trabajadores agrícolas en Copiapó, exactamente en el período de la cosecha, contando en este caso con la participación de la religiosa italiana, Madre Donato Cairo, detenida por agitación callejera; llegando hasta las salmoneras del Sur, donde se produjo la toma violenta de la planta de Aguas Claras, en Calbuco, en todos esos casos se encuentra la mano del PC.
Por otra parte, en una verdadera orquestación anti-propietario, se dan las persecuciones de la Dirección del Trabajo a la empresa Pacific Nut, por no haber transformado en estables a los trabajadores temporeros sindicalizados. Si se acepta esta exigencia, se produciría -según el Presidente de la SNA- el fin de la producción agrícola nacional pues “el agro trabaja con 700 mil trabajadores de planta y cerca de 500 mil temporeros” y “si a través de un resquicio legal los transformaban en permanentes, se acaba el sector” (cf. El Mercurio, 31 de enero de 2008).
Pero los neo agitadores del PC no se quedan sólo en estas acciones. No tienen inconveniente en declarar que la lucha no hace sino comenzar. El presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, CTC y miembro del PC, Cristián Cuevas declaró después de su “victoria” contra Codelco: “Se abre una posibilidad infinita (sic) para dar una nueva lucha (…) si no es en el marco legal vamos a romper los candados de la institucionalidad heredada de la dictadura y que estos Gobiernos (de la Concertación) profundizaron…” (cf. “El Siglo”, 15 de junio de 2007).
“Romper los candados”, no es una expresión cualquiera. Según el presidente del PC, Tellier, ella era la consigna de Volodia Teitelboim: “”A romper los candados” fue la consigna que acuñó, convencido de que la institucionalidad vigente (…), son las trabas que impiden la democratización, dificultan la participación del pueblo, su organización y son la clave para mantener un sistema económico injusto”. (Trecho de discurso de Guillermo Tellier Presidente del PC, en homenaje a Volodia Teitelboim en su funeral, 2 de febrero de 2008, http://www.pcchile.cl//index.php?option= com_content&task= view&id=1074&Itemid=2).
La primera “víctima” de estas amenazas ha sido la mayor salmonera de Chile y tercera a nivel mundial, AquaChile. “Luego de no llegar a acuerdo por mejoras salariales con la empresa, los trabajadores iniciaron ayer una huelga (…) otros grupos se tomaron cuatro centros de cultivo en la X Región y el acceso a las oficinas y a una planta de AquaChile en Puerto Montt. Hay más de 40 detenidos. (…) El gerente general (…) dijo que ˜si es necesario cerrar la planta (de Calbuco) de manera definitiva, lo haremos”“ (cf. “El Mercurio”, 12 de febrero de 2008).
Es decir, la táctica de convencer a los empleados de que deben “despertar” de su actual “sometimiento” y “romper los candados de la institucionalidad heredada de la dictadura”, les está dando resultado. “Los hermanos (…) Teneb, presidente y secretario ejecutivo del Sindicato Aguas Claras S.A. (…) Se habrían reunido con el presidente del PC, Guillermo Tellier, a principios de enero, y en dos ocasiones recibieron a Cristián Cuevas. (cf. “El Mercurio”, 14 de febrero de 2008).
Por su parte , Tellier y la directiva del PC fueron convocados a comienzos de febrero pasado por el Gobierno de Cuba (¿a informar, a recibir instrucciones?). (cf. http://www.pcchile.cl//index.php?option=com_content&task=view&id=1073&Itemid=2). Es decir el círculo vicioso de la agitación sindical, el PC y Cuba, por lo visto ya se está reconstituyendo y de modo acelerado.
El socialismo cuenta con los respaldos necesarios
Las acciones de “concientización-movilización” todavía están en su fase inicial y para que ellas alcancen un resultado realmente duradero, necesitan de respaldo moral. Como veremos, este respaldo no les ha faltado ni de parte de las autoridades gubernamentales ni, lamentablemente, tampoco de las religiosas.
Del apoyo gubernamental se encargó el Ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, quien no duda en abrazar al líder sindical del PC, declarando que “se lo intenta satanizar, sin evidencia” (cf.”El Mercurio”, 25 de enero de 2008).
Por su parte la Conferencia Episcopal hizo una declaración en la que se afirma que “la violencia es el síntoma de una situación de inequidad evidente, que no ha sido resuelta por nuestra sociedad. Los trabajadores tienen el legítimo derecho de movilizarse a través de sus organizaciones representativas para reclamar lo que la ley les confiere y en justicia les pertenece” (cf. Conferencia Episcopal Chilena, “Desafíos de fondo en los recientes conflictos laborales“, 18 de julio de 2007).
El documento de la Conferencia Episcopal no hace restricción alguna a tales movilizaciones, salvo cuando caen en la violencia; y como se supone que ésta es fruto de la “inequidad”, es atribuida a “la actual legislación que favorece a los empresarios”.
Este modo de ver las cosas es sumamente peligroso, pues, con tal criterio, en cualquier conflicto laboral futuro, a priori los “buenos” serán los obreros y los “malos” serán los empresarios. Tal visión servirá de aparente justificación para el trabajo de “concientización” que está promoviendo el PC.
Consultado el líder sindical de Codelco sobre este apoyo, declaró que sin él, “no hubiésemos podido alcanzar este acuerdo. La Iglesia se puso al lado de los trabajadores” (cf. “La Segunda”, 31 de julio de 2007).
Respaldado con tales apoyos, el agitador del PC ya declaró que el próximo paso será enfrentar a la empresa privada: “Esta lucha no ha terminado (…) Ahora viene una fase principal, que tiene que ver con los otros sectores productivos y de servicios de nuestro país. Ahora nosotros vamos tras la empresa privada” (“La Cuarta”, 1 de agosto de 2007).
Dos meses después de estas amenazas, el 14 de octubre, el líder del PC fue la estrella en la conmemoración de los 40 años de la muerte de otro comunista, Ernesto “che” Guevara, realizada en la Plaza Brasil de Santiago y donde se trató el tema “Sindicalismo actual y las condiciones de la unidad de los trabajadores”. La actividad contó con la participación de “uno de los sobrevivientes de la guerrilla del Che en Bolivia, Harry Villegas, “Pombo”, actual General de Brigada (r) y diputado cubano”. (cf. http://boards5.melodysoft.com/app?ID=ACTIVIDAD-Solidaridad&msg=2407&DOC=121).
Como se ve, la orquestación sindical, PC de Chile y Cuba, viene de tiempo, pretende ir creciendo y, en la medida que cuente con los apoyos necesarios, podrá ser exitosa.
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Así, mientras Ud. intentó proteger su casa durante el verano, otros están intentando derrumbar los “marcos legales” para subvertir al País.
Dejamos para un próximo artículo la transposición de la lucha de clases para la lucha de “razas”, la cual, con una estrategia muy similar, constituye otro brazo de este mismo plan.