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El fresco muestra la Presentación del Niño Jesús en el Templo, 1 y fue ejecutado por el célebre Giotto en la Capilla Scrovegni de Padua (Italia). En él aparecen por un lado la Virgen y San José; y por el otro, el profeta Simeón. Detrás, puedes ver a la profetisa Anna.
La parte central de la escena se presenta en estilo medieval, en una dependencia del Templo de Jerusalén.
El aspecto de la pintura que resulta de especial interés es la actitud de San José y la Virgen. Quien presentó al Divino Niño al Profeta fue Nuestra Señora. Tiene las manos en actitud de quien acaba de entregar al Niño, o está lista para recibirlo. San José, modestamente retirado al fondo, acompaña la escena.
Se nota que una atmósfera —es una cosa misteriosa— de santidad y pureza domina toda la escena. De modo que el propio pequeño templo, que se puede ver en el fresco, revela algo esbelto y virginal.
Todo lo que el artista sitúa al fondo, algo azulado y con ramas que parecen hojas de vegetación, se perfila contra un cielo también predominantemente azul. Pero todo el colorido es un poco oscuro, destacando la parte central del tema: el Niño Jesús —él es el foco de luz—, el Profeta Simeón y la Virgen. Ya envueltos en un ambiente con algo menos de luz están San José y la profetisa Ana.
Extractos de la conferencia impartida por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira a los miembros y cooperadores de la TFP el 30 de noviembre de 1988. Sin revisión del autor.
Nota — El fresco fue pintado por Giotto di Bondone (1267-1337) en la Cappella degli Scrovegni o Capilla de la Arena, en Padua. Las pinturas fueron ejecutadas entre 1302 y 1306.
1 La fiesta de la Presentación, también conocida como la Candelaria, se celebra el día 2 de febrero