The New York Times publicó recientemente un artículo de dos periodistas, que informa sobre las condiciones de trabajo en que se fabrican los iPad.
Según los articulistas, en mayo pasado se produjo una explosión en una fábrica en que se confeccionan millares de estuches para iPads. Dos personas murieron instantáneamente y diez más quedaron heridas.
Los periodistas cuentan el caso de un joven de 22 años, Lai Xiaodong, que se había trasladado a Chengdu, en el sudeste de China, para tornarse una pieza más de las millones que constituyen el engranaje de producción de ese país, y que la explosión le desfiguro el rostro, muriendo poco después.
Apple se tornó una las más poderosas empresas del mundo en la última década. Sin embargo, los empleados encargados de montar los iPhone, iPad y otros aparatos, trabajan frecuentemente en condiciones terribles, según empleados de las fábricas, grupos de defensa de los trabajadores e informes publicados por las propias compañías.
Los obreros llegan a trabajar hasta siete días por semana duermen promiscuamente en dormitorios atiborrados de gente. Algunos trabajan en pie durante tanto tiempo que sus piernas se hinchan de tal modo que casi no pueden andar.
Apple no es la única empresa de productos electrónicos que operan dentro de este sistema de semiesclavitud. Condiciones de trabajo terribles fueron documentadas en fábricas y manufacturas de productos para Dell, Hewlett-Packard, IBM, Lenovo, Motorola, Nokia, Sony, Toshiba y otras.
Siete meses después de la explosión que mató a Lai, otra fábrica de iPads explotó en Shanghai. La explosión provocó heridas a 59 obreros, de los cuales 23 fueron hospitalizados.
En enero, la fabricante de Xbox -recordamos-, enfrentó un amenaza de suicidio colectivo de 150. Los hechos sucedieron en una planta de su fabricante Foxconn en China. Varios antiguos empleados que ven incumplidas las promesas de diferentes pagos, amenazaron con un suicidio colectivo si no se llega a un acuerdo.
Foxconn también trabaja como fabricante para empresas como Dell, Hewlett-Packard, Apple y Sony.
¿Dónde están los defensores de los derechos humanos, cuando se trata de un país comunista?
Y nosotros, ¿pensamos en esos pobres desgraciados cuando, sin una verdadera necesidad y sólo para divertirnos, compramos esos productos manchados de sangre?
