¡Cuánta fuerza, cuánta gracia, cuánta elegancia y cuánto equilibrio físico y psíquico en un simple niño de las estepas de Mongolia! Parece un Príncipe de las estepas
La fotografía no puede dejar de sorprender.
Su traje lleno de fantasía, personalidad y elegancia, no tiene nada que envidiar a un atuendo principesco.
Campanas que nos traen nostalgias y esperanzas
De hecho se diría que tiene algo de pequeño «Príncipe de las estepas». Su fisonomía juvenil, seria, fuerte, simple y serena, parece transmitir algo del frescor de esas estepas donde el vive.
¿Habrá perdido algo este muchacho por no ir a una universidad, vivir en una gran ciudad, ver televisión o usar celular?