En la fotografía vemos a un joven militar, en un ambiente de calma y tranquilidad, dignos de nota. Ambiente en que las personas podían estar a solas con sus pensamientos, leer, y sobre todo pensar.

Hubo un autor francés que decía que:

«Los libros depositan en nosotros riquezas que ninguna maldad humana podrá arrebatarnos, y que nosotros mismos hacemos fructificar a modo de hábiles banqueros hasta nuestra última hora. Y más que esto. Puesto que dejando nuestro oro, nuestras casas, nuestros jardines, nosotros les decimos adiós, mientras que yo creo que jamás van a tener fin los pensamientos o los versos que me encantan».

Un noble recogimiento interior, que el mundo moderno nos arrebató

(En la fotografía: Salvador Vergara Alvarez, nacido en hacienda Viña del Mar 1862. Estudió en Francia y Suiza; General; Ministro de Guerra y Marina 1906 y 1915. En 1893, fue enviado en comisión de servicio a Europa, allí, con anuencia del gobierno, se incorporó al Ejército español y, bajo las órdenes del General español Martínez Campos, combatió en la plaza fuerte de Melilla contra los marroquíes sublevados. Por su bravura en combate fue condecorado por el Rey de España).