Lo bello encanta al espíritu; lo «gustoso» deleita al cuerpo
Todo se tornó más cómodo, más accesible, y el placer que se buscó en las cosas es mucho menos de lo bello que de lo «gustoso». Lo bello encanta al espíritu, mientras que lo «gustoso» delicia al cuerpo.
De los sillones elegantes de estilo Luis XVI a los sillones modernos, ¡qué diferencia de belleza! Pero, en compensación, ¡cómo el cuerpo se siente mejor estirado sobre la suavidad de ese sillón y acariciado por la flexibilidad de ese cojín!
Cristiandad: sacralidad del orden temporal
Son evoluciones están de acuerdo con el tipo moderno de habitación, en la que por economía se decora pobremente la sala de visitas, pero el lujo y la comodidad no tiene límites en la cocina, en el repostero y en los baños…
¡Se economiza en el salón de honra lo que se gasta en los baños!
Decrepitud de los salones dorados, apogeo del baño – un buen tema para meditar.
No puedo concordar mas con este artículo. La comodidad del cuerpo ha remplazado a la grandeza del alma y con ello las personas han normalizado espacios que no han sido creado naturalmente para la gloria de Dios en el hogar. Se puede apreciar que hoy las casas 🏡 son más confortables pero también hay menos de que admirar, como resultado de ello el hombre va poseyendo menos en el corazón más en el cuerpo y esa realidad trae que el hogar vaya dejando poco a poco de ser eso y al dejarlo el ser humano se transforma en alguien menos feliz porque ya no tiene nada en el corazón producto de que el ambiente lo atrae a transformarse en un animal irracional.